vitoria. El fallo europeo contra la aplicación retroactiva de la doctrina Parot puede descongestionar el proceso y aliviar la tensión en las cárceles, pero también redobla la presión de los sectores más inmovilistas sobre Mariano Rajoy, que seguramente ahora se lo pensará el doble antes de apadrinar cualquier avance en materia penitenciaria. En ese sentido, y teniendo en cuenta el choque de posiciones en el proceso de paz, agravado en las últimas semanas tras la operación contra Herrira, o tras el último comunicado de ETA, en el que la organización consideraba "justa y legítima" su actividad y no avanzaba en su desarme, el lehendakari Iñigo Urkullu ha pedido que no se añada más leña al fuego, y que la izquierda abertzale opte por la prudencia tras la sentencia y no caiga en grandes celebraciones que puedan tensionar aún más el ambiente. El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, dejó ver ayer en Euskadi Irratia que su partido se decantará por esa posición comedida al adelantar que no organizará ningún homenaje, y que optará por la "responsabilidad política". "No podemos disimular nuestra alegría, pero no queremos que sea hiriente para nadie, ni para las víctimas", adelantó.
La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos tumbó el lunes la aplicación retroactiva de la doctrina Parot a la presa Inés del Río, lo que asestó un varapalo de primer orden al Gobierno español, que a partir de ahora, además, deberá capear con el malestar de determinados colectivos de víctimas a medida que los jueces españoles trasladen la jurisprudencia europea a los recursos presentados por los reclusos en el Estado, y a medida que esos presos sean liberados, como lo fue anteayer Del Río. La Audiencia Nacional recibió ayer mismo 36 peticiones actualizadas de los reos, que han incorporado a sus demandas la sentencia de Estrasburgo. Según publicaba ayer Naiz, los abogados aseguran que se han cursado 54 solicitudes, como anunciaron el lunes.
La Sala de lo Penal de Fernando Grande-Marlaska estudiará mañana mismo si resuelve los recursos uno a uno o como un paquete, aunque todo parece indicar, según las fuentes consultadas por Efe en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que se irá caso por caso. Además, enfriaron la posibilidad de que todos los reclusos en una situación similar a Del Río terminen saliendo de la cárcel, ya que se tendrán en cuenta los informes sobre la conducta de los presos, que podrían invalidar los beneficios penitenciarios, a su entender.
En cualquier caso, mañana no tratará el fondo del asunto, sino que se limitará a fijar la metodología, aunque sí resolverá dos casos: el de Josefa Mercedes Ernaga, condenada por el atentado en Hipercor; y el de Manuel Piriz, acusado de matar a un exactivista de ETA y de disparar a dos policías. Piriz está a punto de cumplir los 30 años de estancia en prisión, mientras Ernaga no saldría hasta diciembre de 2014 aunque le fuera derogada la doctrina.
La resolución europea, en concreto, se traduce en que, para fijar la condena a un preso, deben tenerse en cuenta la fecha del delito y el código penal vigente en ese momento. La mayoría de los presos a quienes se ha aplicado la doctrina Parot delinquieron con el código de 1973 aún vigente, de modo que la reducción de condena por trabajos en la cárcel debería haberse calculado sobre un máximo de estancia en prisión de 30 años, y no sobre la suma total de sus centenarias o milenarias condenas, como establece la doctrina. El Tribunal Supremo y el Constitucional también tienen casos pendientes.
El lehendakari reclamó ayer en la cadena Ser a la izquierda abertzale que no se regodeara en la sentencia, y no solo porque pudiera toparse con un reproche penal si incurriera en un delito de enaltecimiento, sino por razones éticas. En cuanto al reproche penal, la justicia española ya imputó a varios miembros de Ernai por el homenaje al fallecido Xabier López Peña Thierry, y el propio Arraiz y Maribi Ugarteburu fueron investigados por la Fiscalía vasca por acudir al entierro. El Ministerio del Interior, asimismo, pidió a la Fiscalía que investigara el uso del término "presos políticos". Una vez suspendida la actividad de Herrira, Madrid parece haber estrechado el cerco en torno a la izquierda aber-tzale. Arraiz apostó ayer por la "responsabilidad política" mientras al Estado "parece que le interesa un escenario donde pueda haber detenciones o persecuciones".
SIN HOMENAJE Urkullu rechazó las "imágenes de triunfo ante la resolución judicial, como si fuera un logro para alardear con ikurriñas, porque detrás de cada preso hay un atentado y, por tanto, una memoria que hay que tener presente". Arraiz, por su parte, optó por un discurso conciliador, como ya lo hiciera el diputado de Amaiur Xabier Mikel Errekondo un día antes, cuando trasladó su "máximo respeto y comprensión" a las víctimas. Además, los ediles de Bildu en Tafalla -localidad a la que prevé regresar Del Río- no organizarán ningún recibimiento público, y la propia presa decidió no desplazarse a la localidad el día de su liberación vista la expectación mediática.
Por otro lado, ayer arrancó la quinta sesión del juicio contra Batasuna, y lo hizo con la declaración del exportavoz de HB Floren Aoiz, quien defendió que quienes se reunían con la formación sabían que era un interlocutor diferenciado de ETA.