madrid. La impresionante movilización de la sociedad catalana en la pasada Diada no ha servido para que el Gobierno español se mueva un milímetro en sus planteamientos. Mariano Rajoy contestará en breve a la petición de Artur Mas solicitando autorización para celebrar la consulta soberanista en Catalunya, y la respuesta será clara y concisa: la consulta no cabe en los límites de la Constitución.
Fue la vicepresidenta del Ejecutivo español, Soraya Sáenz de Santamaría, quien en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado ayer anunció que Rajoy contestará de forma inminente a la carta que el pasado mes de julio le remitió el president de la Generalitat solicitando del Ejecutivo español la autorización pertinente para que los ciudadanos catalanes dejen patente sus aspiraciones a través de una consulta popular. En aquella misiva el presidente de Govern explicaba además las vías legales que la Generalitat consideraba que pueden aplicarse. "La contestación a la carta de Artur Mas va ser inminente. Le contestará en las próximas 48 horas", avanzó Sáenz de Santamaría.
Pese a que la vicepresidenta del Ejecutivo español afirmó que será el destinatario de la misiva el primero en conocer el contenido de la misma, la dirigente popular dejó claro que en ella se explicitará de forma clara que un referéndum no entra dentro del marco establecido en la Constitución. "Tenemos un límite claro y una obligación, que es cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes. Ese es nuestro margen, del que no nos vamos a salir", enfatizó. Y en esa línea, "con serenidad, pero también con absoluta firmeza y fortaleza", aseguró que se va a mover el Gobierno. Todo ello pese a que horas antes al ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo, no le dolieron prendas en reconocer el éxito de la cadena humana convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), al tiempo que apuntaba que es preciso "escuchar lo que dice la calle". Sáenz de Santamaría, sin llegar a desautorizar las palabras de su compañero de gabinete, quiso dejar patente que la planteamientos del Ejecutivo Rajoy son diferentes a los que expresó Margallo, quien ha convocado para el próximo lunes al embajador de Letonia en el Estado español para presentar una protesta formal del Gobierno Rajoy por las declaraciones del primer ministro letón, Valdis Dombrovskis, en las que se pronuncia a favor de reconocer la independencia de Catalunya.
reforma constitucional Aunque en los últimos días, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha lanzado la idea de una posible reforma de la Constitución que permita un nuevo encaje de Catalunya dentro del Estado español, la vicepresidenta del Gobierno español descartó esa posibilidad remitiéndose al debate de política general celebrado el pasado febrero en el Congreso de los diputados. "Entonces hubo posiciones contradictorias y se puso de manifiesto que no hay un mínimo consenso entre los grupos para llevar a cabo una reforma de la Constitución", señaló.
Si la consulta no entra en los cálculos del Gobierno español, por lo que respecta a un nuevo modelo de financiación Sáenz de Santamaría afirmó que la negociación no será de forma bilateral con Catalunya, sino que es algo que se hace de forma multilateral con todas las comunidades. "Es algo que está siendo objeto de análisis y se revisará con arreglo a los criterios generales", manifestó.
Nuevo estatus En este contexto, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, reclamó ayer a PP y PSOE que se avengan a negociar de forma sincera un nuevo estatus para Catalunya. Navarro, además, emplazó al Ejecutivo de Mariano Rajoy y al Govern catalán a que acerquen posturas y rompan el estancamiento en el que, a su entender, están situados. "No sirve de nada que las partes se enroquen. No sirve que el Gobierno central se enroque con una Constitución que se tiene que cambiar, y tampoco sirve que el Govern se enroque argumentado que en el otro lado nadie le escucha", manifestó.
A este totum revolutum se sumaron ayer dos dinosaurios de la política, uno del PSOE y otro del PP que, sin embargo, vinieron a coincidir en sus planteamientos sobre el debate. Para el socialista José Bono, exministro de Defensa y expresidente del Congreso, "Catalunya está a las puertas de la independencia y buena parte de la culpa la tiene el PSC". Por su parte, el eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja advirtió del "peligro" que supone la consulta en Catalunya puesto que, a su juicio, "supondría la balcanización de España".