Bilbao. En un escenario de penumbra y descomposición de las estructuras del Estado español, el PNV, que lució ayer músculo en el acto de su 118 aniversario en el día de San Inazio, enfoca ya el otoño con el anuncio de que en septiembre plasmará en el Parlamento Vasco una ponencia que "alumbre" un nuevo estatus político para "la Euskadi del siglo XXI". Mes en el que los jeltzales aspiran, además, a conformar acuerdos de país "multipartitos" y a avanzar en materia de paz y convivencia, "mojándonos de cara a conseguir con otros" el definitivo desarme de ETA y el desmantelamiento de sus estructuras.
Con el autogobierno como "desafío prioritario", el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, abogó por dar velocidad a uno de los compromisos del partido de cara a esta legislatura activando "un nuevo traje jurídico-político para el país", que "refleje, actualice y ampare, de verdad, las legítimas aspiraciones" de gozar de un estatus mejorado. Todo ello, con el máximo arrope posible y "sancionado por el derecho de la ciudadanía a decidir libremente su futuro". El dirigente jeltzale argumentó que la destrucción del Estado se ha acelerado "con una plaga de escándalos encadenados que afectan a todas sus instituciones". Con este horizonte, aseveró que "la crisis política total dentro de una crisis económica general" tiene a España "al pie de los caballos", sin que el Ejecutivo de Rajoy sea capaz de encauzar esta deriva. "La respuesta que se da desde Madrid es ninguna, al menos ninguna buena", lamentó.
Por ello, Ortuzar denunció que "so pretexto de responder a una crisis que encamina a los seis millones de parados", la medida adoptada por el Gobierno popular es "un proceso de recentralización y de nuevo modelo político incompatible con el respeto a la pluralidad nacional y con el derecho de Euskadi y Catalunya a ejercer su autogobierno".
Un panorama desolador que, según el PNV, obliga a encarar "la transición interna de articular un país normalizado, sin violencia y sin espacios de exclusión", porque enfrente solo hay un "Estado fracasado en lo político y en lo económico, y hasta en lo institucional, que necesita reinventarse de los pies a la cabeza". Ortuzar aseguró que su formación se halla "alerta ante este ejercicio de tabla rasa que se está imponiendo con leyes y decretos leyes uniformadores que rediseñan, de facto, un nuevo mapa institucional" que los jeltzales "no comparten ni compartirán". "Si España quiere refundarse en un Estado de carácter centralista, por mucho que algunos -como Rubalcaba- lo denominen federal, que lo haga, pero que no cuente para ello con Euskadi ni con el nacionalismo vasco", zanjó.
El líder del EBB advirtió al Estado de que "si quiere un pacto de convivencia, deberá respetar la voluntad de los vascos, ejercida libre y democráticamente sin imposiciones ni subordinaciones obligadas". "Convivir significa vivir juntos desde la libre decisión de las partes, desde el pacto y el respeto a los derechos y deberes de cada cual", explicó Ortuzar, bajo el calor sofocante que reinaba en los Jardines de Albia de Bilbao, y el abrigo de decenas de militantes, simpatizantes y cargos del partido. Amén de un diseño más vanguardista para el estatus de Euskadi, la economía capitaliza el programa tanto del PNV como del Gobierno Vasco del lehendakari, Iñigo Urkullu, también presente. De ahí que Ortuzar instara a abandonar "el bloqueo político de meses pasados" para ir concretando "acuerdos sectoriales multipartitos con el fin de alimentar la actividad económica y la regeneración del empleo, echar gasolina al motor industrial del país, establecer un nuevo marco fiscal y tributario que garantice nuevos recursos públicos, incentivar la economía o la progresividad en el reparto de la riqueza, poner las líneas rojas de los servicios básicos, y hacer más eficaz, transparente y sencilla la estructura institucional". Sin mencionar de forma explícita al PSE, aseguró que en septiembre el PNV hará "todo lo que esté en su mano" para ratificar estos acuerdos con el aval de erigirse en el único partido que mantiene "relaciones normalizadas" con todas las demás formaciones.
Según Ortuzar, no es momento de "tensar más la cuerda en el ámbito sociolaboral", sino de evitar conflictos que perjudiquen la "solvencia de nuestro modelo productivo". "Toca generar un ámbito de negociación y acuerdo", proclamó. Recordando que el modelo productivo vasco "ya nos sacó en el pasado de la crisis gracias al esfuerzo compartido entre trabajadores y empresarios", animó así a "tirar todos del carro" en la misma dirección con el objetivo de crecer y crear empleo. "Si somos capaces de hacerlo", el próximo año "estaremos mejor. Que nadie lo dude, porque también la coyuntura internacional variará y nos ofrecerá una oportunidad de recuperar el espacio perdido en esta depresión".
consolidar la paz El otro pilar que fortalecerá Euskadi se sustenta en "el desafío de la desaparición definitiva de la violencia y la resolución de las consecuencias derivadas de su existencia". "Para algunos -en alusión al Gobierno español-, la búsqueda de una nueva convivencia no parece una prioridad", imploró Ortuzar, quien además reprochó al Gabinete Rajoy que, "sin violencia de por medio, parece olvidarse de que este país necesita restañar las heridas causadas por decenios de terrorismo, y ha aparcado sine die cualquier decisión que esté en su mano que posibilite la conciliación entre vascos". Por ello, se preguntó "qué es lo que temen que pueda traer esa nueva Euskadi en paz y convivencia". En su oratoria, el jeltzale lanzó una reprimenda a la izquierda abertzale, "instalada en su discurso tradicional de que el final de ETA vendrá de una negociación con los gobiernos francés y español. ¿Acaso no percibe que esperar a que Madrid mueva ficha deja todo en manos de Rajoy? ¿No se da cuenta de que seguir pensando en negociaciones o en diálogos, que hoy por hoy no llegarán, da al Gobierno español la tutela de una situación?", inquirió, avisando también a ETA de que o desaparece "por propia decisión unilateral, o la presión política, policial y judicial va a acabar con ella de la peor manera". Respecto a la normalización de relaciones con Sortu, apuntó que dependerá todo de si "comparten el compromiso ético y democrático", fajándose en la hoja de ruta que marca el Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo de Urkullu. "La consecución de la paz duradera necesita que sigamos dando pedales", recalcó.
Feliz porque el PNV "vuelve a liderar el país" tras el Gobierno de Patxi López, "tres años y medio en los que la razón de Estado y la Ley de Partidos arrinconó al nacionalismo", afirmó optimista Ortuzar que "la nueva época política para la nación vasca se abre paso", destacando "los interesantes procesos políticos que se dan en Nafarroa e Iparralde".