BARCELONA. El caso del Palau de la Música centró ayer una sesión de control del Parlament de Catalunya en la que la oposición en bloque solicitó responsabilidades al president de la Generalitat, Artur Mas, quien confía en que no hubo financiación ilegal en CDC, pero que prometió actuar si en el juicio se prueban los indicios. Tras conocerse el auto del juez que señala que CDC se lucró con cinco millones de euros de la constructora Ferrovial a cambio de concesiones de obras públicas, todos los grupos parlamentarios, salvo CiU, centraron sus preguntas en este caso de presunta corrupción.
Mas garantizó que será "el primero" en actuar si lo que, por el momento, son indicios se convierten en pruebas, y dijo que siempre estará dispuesto a dar las explicaciones que sean necesarias, pero recordó que el proceso judicial debe seguir su curso y que aún se debe celebrar un juicio. Mas aseguró que "cree" a los responsables de finanzas de su partido cuando le aseguran "de forma clara y contundente" que "no hay ninguna financiación irregular de CDC".
Las comparativas entre los casos Palau y Bárcenas no faltaron, sobre todo cuando llegó el turno de la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho: "Aquí hablamos de un juez que ha concluido una instrucción, no de un presunto corrupto que está en la cárcel", subrayó. En su turno de réplica, Mas le contestó en un tono de elevada tensión: "Cuando habla de corrupción le falta un poco de sentido de la medida, y no voy más allá para no ofenderla personalmente".
Desde las filas socialistas, el líder del PSC, Pere Navarro, instó a Mas a dar explicaciones porque los catalanes "tienen derecho a saber si es presidente de la Generalitat gracias a una campaña pagada con dinero sucio". Navarro le pidió que CDC devuelva los fondos si se confirma finalmente que son ilegales, a lo que Mas respondió que en esto Convergència "no fallará". Por su parte, el coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, le preguntó si cree que aún tiene la "autoridad" para "liderar la regeneración democrática". El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, advirtió a Mas de que se no puede esperar a la sentencia del caso para "asumir responsabilidades políticas", así que le retó "a decir la verdad y asumir que él es responsable o, si no, a señalar quién lo es".
Ante las críticas, Mas se agarró al hecho de que hay un proceso judicial en marcha, aunque incidió con vehemencia en su deseo de que llegue el juicio oral porque está convencido de que se probará entonces que no existió financiación ilegal en su formación.