Igor Santamaría

BILBAO. Los concentrados en Ondarroa en defensa de Urtza Alkorta avisaron ayer de que si la Ertzaintza decide detener a la condenada por colaborar con ETA, habrá una "batalla épica" bajo la consigna de "resistir con todo utilizando la desobediencia civil". Conformando desde el pasado viernes lo que denominan muro popular para evitar su arresto, el colectivo, al prever que la acción policial puede ser "inmediata", llamó a la ciudadanía a sumarse a esta causa después de que la consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, afirmara que se procederá a detener a Alkorta "cuando se considere oportuno operativamente".

En opinión del movimiento de apoyo a Urtza Alkorta -condenada a cinco años de prisión por el Tribunal Supremo por ayudar a un comando de ETA-, "a la Ertzaintza le costará muchísimo" llevársela gracias a la resistencia que se opondrá. "La Er-tzaintza vendrá en cualquier momento y la gente resistirá con todo utilizando la desobediencia civil", como ocurrió el pasado 19 de abril en el Boulevard de Donostia cuando la Policía vasca arrestó a seis miembros de Segi condenados por la Audiencia Nacional por su presunta vinculación con ETA. Los concentrados en Ondarroa adelantaron que si la intención con que llegan es de detener a Alkorta, se refugiarán en el puente que cruza el río para dificultar la acción policial. En este contexto, emplazaron a la consejera de Seguridad a mantener una reunión con el objetivo de encontrar una salida a este caso.

Por su parte, el delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, ofreció la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil para, a su entender, "poner fin al desafío que está suponiendo el retraso de la detención" de Alkorta. Consideró que "no es de recibo" que siga en libertad y, aunque admitió "los obstáculos que está poniendo Bildu, no lo hacen imposible". A su juicio, se ha "cometido el error" de permitir la concentración, y es que -dice-, "este tipo de actitudes o se cortan de raíz al principio o pueden convertirse en crónicas generando un grave problema de orden público". "Bildu, bajo la apariencia de un acto de desobediencia civil, no hace otra cosa que arropar y tratar de evitar la detención de una colaboradora de ETA, situándose de nuevo fuera de los límites señalados en la sentencia del Constitucional del 20 de junio de 2012. Estoy seguro que la Fiscalía tomará buena nota de este comportamiento", argumentó.

Emplazamiento al PNV Durante la tercera noche en el llamado Aske Gunea de Ondarroa, la Ertzaintza se presentó tres veces -a las 00.00 horas, a las 2.00 y a las 4.00 horas-, pero no intervino. Los concentrados alertaron de que la pasada noche del lunes podría ser "peligrosa", animando a la gente a que fuera a dormir al lugar de reunión. Los promotores realizaron una invitación al PNV para que se sume a este apoyo a Alkorta, preguntándole si está dispuesto a cumplir la órdenes "de Madrid y del PP". El colectivo emplazó a los jeltzales a que opten "entre cumplir las órdenes impuestas por los que quieren obstaculizar el camino hacia la paz o ser impulsor de este nuevo tiempo de paz". "Si el PNV quiere, tendrá su sitio en el muro popular. Entre todos todo será más fácil", añadieron, indicándole a la consejera de Seguridad que "Euskal Herria está viviendo una nueva situación política, no es tiempo de detenciones". Según el TS, Alkorta colaboró con ETA en "actividades de correo, información y acompañamiento", para lo que se desplazó a Francia en enero de 2008 para recibir un curso de adiestramiento y a su regreso realizó tareas de lanzadera en un coche de otro que trasladaba explosivos. Tras ratificar la condena, le dieron diez días de plazo para que se presentara en la cárcel. Alkorta no obedeció la orden y desde entonces se encuentra en "busca y captura".