barcelona. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ofreció ayer como gesto de diálogo hacia el PSC que el Consejo Asesor por la Transición Nacional estudie también la viabilidad del federalismo, el modelo territorial que propone el socialismo catalán. Lo concretó el portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, en rueda de prensa en la Generalitat tras la cumbre de alcaldes, presidentes de diputaciones, el Govern y los grupos de CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA en el Parlament para sentar las bases de un Pacto Nacional sobre autodeterminación que debe incluir también entidades sociales. "Queremos que el conjunto del país sea actor y no espectador de este proceso histórico y en esto hemos coincidido todos", señalaba Turull, que vinculó la recuperación económica con el reconocimiento del "derecho a decidir".

Sin embargo Pere Navarro, primer secretario de los socialistas catalanes, no se mostró satisfecho con lo debatido en la cumbre de ayer ni siquiera tras escuchar la oferta de Artur Mas. Para Navarro, el gesto del presidente catalán es "tramposo" porque, a su juicio, "la composición del Consejo Asesor para la Transición Nacional (una catorcena de catedráticos y periodistas de filiación soberanista) ya prefigura su opinión sobre el federalismo". "La propuesta no es en absoluto creíble", sentenciaba Navarro, que se mostró "decepcionado" por el resultado de la reunión: "No jugaremos a que se nos implique en un proceso partidista de independencia por fascículos", resumió Navarro, que recordó las estructuras de Estado que Mas está creando en paralelo con el camino hacia la consulta. El mandatario socialista remarcó que "la Catalunya real, que quiere salir de la crisis, no se ha visto representada en la reunión".

Pese a estas discrepancias, Navarro no se desmarcó del apoyo del PSC a una consulta siempre y cuando ésta esté pactada con el Estado. Eso sí, no quiere "un mero instrumento para caminar hacia la independencia. Pedimos que el Gobierno actue con total imparcialidad antes de que se celebre la consulta, que no sea partidista y que no se manipule el proceso". Con este posicionamiento Navarro reafirmaba la línea emprendida por la dirección del PSC frente a la que se sitúa el sector que encabeza la exministra de Defensa (y actual diputada), Carme Chacón, que ayer pedía a través de una carta pública que los socialistas catalanes se desmarquen de la estrategia soberanista. El primer secretario del PSC dijo no sentirse condicionado por esa carta que sectores del partido calificaron de "inapropiada" y de "error". Desde el PSC llegaron a emplazar a la exministra a salirse del partido para entrar en el PSOE.

punto de partida Al margen de las divergencias del PSC, los partidos participantes en la cumbre de ayer se emplazaron a estudiar un documento u hoja de ruta que fije los objetivos y composición del futuro Pacto Nacional por el Derecho a Decidir. El documento, que previamente se había ido trabajando entre los grupos políticos en el Parlament a favor del derecho a decidir (CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP) y que se ha puesto en la mesa de negociación, sienta unas primeras bases, aún provisionales. El borrador establece que el pacto tendrá un plenario en el que participarán los representantes legales de las entidades e instituciones adheridas. Asimismo, tendrá una permanente ejecutiva de unos 30 miembros con tres patas; Institucional (Govern, mundo local y otras instituciones), Político (partidos) y Ciudadano (agentes sociales, patronales, sindicatos y entidades del tejido asociativo).

Será el presidente de la Generalitat quien tendrá la competencia de convocar el Pacto, que tendrá como objetivos dar una orientación general del proceso, crear un espacio de debate y diálogo permanente y garantizar que el derecho a ser consultado comporte también el derecho a defender una posición que cada uno considere conveniente.

Asimismo, el borrador destaca que se recogerán las propuestas que emana de la sociedad civil, se garantizará la participación ciudadana y se hará pedagogía.