bilbao. El lehendakari Iñigo Urkullu desveló ayer que el Gobierno vasco presentará el próximo mes de junio a la sociedad vasca el nuevo Plan de Paz, Derechos Humanos y Convivencia que está elaborando actualmente. Un Plan de Paz que estará acompañado, asimismo, de la propuesta para la creación del Instituto de la Memoria y la Convivencia.
El lehendakari señaló también que en su reciente visita a Bruselas ha tenido la oportunidad de tratar esta cuestión con agentes internacionales que le merecen toda su consideración. "Allí he mantenido encuentros públicos y también privados, como aquí en Euskadi o cualquier otro lugar. Seguiré haciéndolo con representantes institucionales y académicos, profesionales, facilitadores y verificadores. La paz y la convivencia son nuestra gran oportunidad y vamos a seguir en acción", señaló.
Interpelado sobre la posibilidad de que se produzca una escisión en ETA y ello genere un a vuelta a las armas por parte de un sector de la organización, el lehendakari aseguró que es una posibilidad que algún otro líder político ya lo apuntó la semana pasada -así lo aseguró el pasado viernes Jesús Eguiguren en una entrevista en Radio Euskadi-, y recordó que él mismo ya ha aludido a esta cuestión con anterioridad y se le ha calificado por ello de exagerado. Urkullu manifestó que la responsabilidad es de la propia ETA. "Aseguraron que el proceso era unilateral. Los demás podemos ayudar a generar clima, a generar ambiente. Sin embargo, la responsabilidad de lo que haya que hacerse, sobre todo existiendo todavía una organización terrorista no es de los demás, es de quien sigue existiendo como organización terrorista clandestina", aseveró.
El lehendakari recordó, pese a todo, que ha transcurrido ya un año y medio desde el cese definitivo de la violencia en todas sus expresiones, "hasta estos últimos días en los que se ha vuelto a una dinámica perversa de pintadas, una dinámica en la que parece que la parálisis de un proceso alimenta a polos absolutamente opuestos". A su entender, es necesario intentar que lo que eran esos polos opuestos en el pasado, "caminen ahora hacia un contexto de normalización en la vida política y social. De ahí el planteamiento que, como Gobierno, hacemos de paz y convivencia".
seguir dando pedales Y es que en su intervención, Iñigo Urkullu dejó claro que su intención y la de su Gobierno es "seguir dando pedales" para asentar la paz y la convivencia. Y en este sentido aseguró que ha presentado a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, una propuesta detallada para adecuar la política penitenciaria a la nueva realidad de ausencia de violencia. "No he encontrado todavía la respuesta deseada, pero la seguiré trabajando", reconoció.
En referencia a la política penitenciaria, a juicio del lehendakari merece tenerse en cuenta el trabajo que se ha venido realizando en los últimos años para que algunos presos reconozcan el daño causado, en lo que calificó como la "vía del arrepentimiento" en una clara alusión a la vía Nanclares, que acoge a a un colectivo de reclusos que se han desvinculado totalmente de la organización armada.
Urkullu se mostró convencido de que muchos de los reclusos que no pertenecen a esa vía del arrepentimiento "estarían dispuestos, así como sus familiares y su entorno próximo, a liberarse del secuestro al que están sometidos por su propio colectivo". Por todo ello, incidió en el hecho de que su intención es que el Ejecutivo popular proceda a una flexibilización de la política penitenciaria, "tal como está resuelto incluso en pronunciamientos de las propias Cortes Generales del Estado".