madrid. Izquierda Unida advirtió ayer de la "ofensiva antidemocrática profunda y severa" que el Gobierno y el PP están haciendo contra los movimientos sociales, a los que trata de "criminalizar", y contra la propia IU, en su empeño por desviar la atención o pretender "dejar morir" el caso Bárcenas. Así lo señaló el líder de IU, Cayo Lara, quien en la reunión de la Presidencia Federal acusó al PP de poner "la lupa" sobre la organización para meterla en el totum revolutum de la corrupción y tratar de extender la idea de que todos los partidos son iguales.

Además, la Presidencia Federal acordó, a propuesta de Lara, presentar una querella contra los políticos, las entidades y los responsables de la comercialización de productos bancarios como las preferentes.