vitoria. El coordinador general de Aralar Patxi Zabaleta afirmó ayer que no son lo mismo "los mercenarios de los GAL que los que han luchado por sus convicciones", al tiempo que pidió la puesta en libertad de "todos los presos de conciencia que han sido juzgados en jurisdicción de excepción".
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Zabaleta manifestó que los atentados y asesinatos de ETA "son muertes políticas que se podían haber evitado". Además, señaló que, en la actualidad, "ideológicamente" ha ganado la idea de que "son solo los caminos políticos los legitimados y son solo los logros obtenidos a través de los caminos políticos los que se pueden defender, los que perduran y los que cambian las situaciones".
En la entrevista, el líder de Aralar realizó una clara diferenciación entre lo que calificó de mercenarios con luchadores por convicción. "No se pueden equiparar mercenarios del GAL y del Batallón Vasco Español con otros tipo de luchadores, ni aquí, ni en Turquía, ni en Sudáfrica ni en ningún sitio. Y eso es lo que el Estado español no es capaz de abordar y lo que está originándonos todos los días las vergüenzas de la utilización del dolor por fines políticos, como es, muchas veces, la política que se hace con las menciones a las víctimas porque merecen tanto respeto que no debieran ser utilizadas", aseveró.
Sobre el hecho de que el Ministerio de Interior haya negado el tercer grado a tres presos de ETA que se encontraban en la denominada vía Nanclares, aseguró que "es un verdadero desastre" porque es un desastre toda la actuación de Interior en materia penitenciaria", "empezando por su ministro y sus expresiones a este respecto". A su juicio, las leyes "deben ser iguales para todos", recordó que "todos los mercenarios están libres" y precisó que él no quiere "meter a nadie en la cárcel", sino que salgan.
Preguntado por si no está preocupado por las posibles actuaciones de la Fiscalía, señaló que no tiene nada "que esconder". "Siempre he actuado en público. Llevo 40 años diciendo lo que pienso. Faltaría más que, a estas alturas, me mordiese la lengua", zanjó.