madrid. El extesorero del PP Luis Bárcenas se negó ayer a declarar ante el juez Ruz y anunció que "nunca más" lo hará, ni ante el instructor del caso Gürtel, ni ante ningún otro magistrado. Bárcenas se negó también a someterse a una prueba caligráfica, que debía permitir comparar el cuerpo de su letra con la de las fotocopias que registran una supuesta contabilidad B del PP y que se le atribuyen.

Bárcenas, que permaneció frente al juez menos de media hora antes de abandonar la Audiencia Nacional, se quejó de que "esta es la octava vez" que iba a declarar en el tribunal y fue entonces cuando anunció que no iba a declarar más. Respecto a la prueba caligráfica, a la que ya se sometió el pasado 6 de febrero durante una hora y media a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, el extesorero argumentó que no considera necesario repetirla. El juez quería repetir la prueba ante las sospechas expresadas por la Fiscalía a partir del dictamen de los peritos caligráficos de que el imputado podría haber intentado falsear su letra en la primera prueba.

Antes, el abogado defensor de Bárcenas anunció que no tenía ningún inconveniente en que se celebrara la comparecencia, pero añadió que su cliente se iba a acoger al derecho a no declarar. Por su parte, Javier Iglesias, letrado defensor de Álvaro Lapuerta, quien prestó declaración a la tarde, señaló que tampoco consideraba necesario suspender las comparecencias de hoy a raíz del conflicto de competencias. Él sí declaró ante Ruz, pero para negar la existencia de la supuesta contabilidad B. Asimismo, quien fue tesorero popular entre 1993 y 2008 (con Bárcenas como gerente) afirmó que jamás vio ningún tipo de papel que sustentara la tesis de la acusación. Lapuerta sí aceptó ser sometido a una nueva prueba caligráfica.