Alfredo Pérez Rubalcaba y Soraya Rodríguez siguen la intervención de Mariano Rajoy. Foto: afp
El órdago catalán se topa con la Constitución como "límite"
Rajoy, reacio a su reforma, evoca los artículos sobre la unidad de España
i. santamaría
MADRID. Mariano Rajoy dedicó seis minutos de su discurso al órdago soberanista de la Generalitat, insistiendo en varias ocasiones en que respeta cualquier aspiración, pero advirtiendo de que el límite es la Constitución española. "No hay nada que objetar a que ciudadanos o fuerzas políticas defiendan el modelo de Estado que estimen oportuno y conveniente, siempre que lo hagan dentro del marco de la legalidad", dijo. Y sin citar en ningún momento a Artur Mas o a Catalunya, en otro momento precisó: "Si hay voluntad, siempre se puede llegar a acuerdos sin más exigencias que las que nos imponen el respeto a las leyes, a la razón y a la solidaridad". Repitió que fuera de la Carta Magna será imposible ningún acuerdo, e incluso evocó los artículos del texto que señalan que la "soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado".
El jefe del Ejecutivo español recordó los citados preceptos constitucionales sobre la unidad de España y también, cómo el artículo 149.1.32 concede al Estado la competencia exclusiva sobre la convocatoria de consultas por vía de referéndum. La distribución de competencias entre la administración central y la autonómica, añadió, la "fija" el Título VIII. Subrayó que el Estado autonómico puede ser cuestionado, que caben críticas y propuestas de un modelo diferente, pero siempre que se hagan "dentro del marco de la legalidad". "Lo que no es aceptable, y espero que en esto estemos todos de acuerdo, es que se tomen decisiones que vayan en contra de la propia Constitución. Y menos desde las instituciones", manifestó a continuación, para insistir en que nada se logrará contra la Carta Magna y que su gobierno es el garante "obligado" de que ésta se cumpla.
Su discurso, aplaudido por la bancada del PP, acabó con una referencia a las dos reformas de la Constitución, la última hace un año. "Está abierta a su reforma. Pero habría que dejar muy claro qué se pretende reformar y si el momento es el más oportuno para hacerlo".
las consecuencias del 'NO' Poco después obtuvo respuesta por parte de Artur Mas, que se encontraba en un acto organizado por la Cámara de Comercio de Reus. "Lo importante es que algún día España tenga un proyecto atractivo para Catalunya, pues hasta hora solo nos hemos encontrado un no". En este sentido recordó que pactó el anterior Estatut como jefe de la oposición "y acabó siendo que no, y tras esa bofetada inmensa", intentaron el pacto fiscal, con más del 70% de acuerdo en el Parlament "y la respuesta fue la misma: no". "Y cuando siempre es no, ese proyecto no es atractivo para la sociedad catalana, aunque haya sentimientos e intereses, muchos, y afecto, y aunque hayamos bregado mucho. No sé qué podemos hacer para que sea atractivo, pero mientras tanto hemos de hacer nuestro camino. Si no, pasaremos a ser nadie, dejaremos de existir, perderemos la personalidad, la mentalidad y el sistema de valores", argumentó Mas.
Por su parte, Rubalcaba deploró que en el pasado el Partido Popular "atizara la bandera del anticatalanismo" y añadió que "la realidad" en Catalunya es que "muchos ciudadanos creen que la Constitución no ampara sus fórmulas de convivencia para autogobernarse". Ante esta situación, pidió a Rajoy una reforma constitucional en la que el Congreso haga "un planteamiento a Catalunya y al resto de autonomías" para que la Carta Magna recoja así "la realidad estatutaria de nuestro país".
Mas le responde que Catalunya "debe hacer su camino porque si no, pasaremos a ser nadie, dejaremos de existir"
Rubalcaba insta a una reforma constitucional para que la Carta Magna "recoja la realidad estatutaria del país"