Donostia. Los exintegrantes de ETA y componentes de la vía Nanclares Rafa Caride Simón, Carmen Gisasola, Joseba Urrusolo Sistiaga y Andoni Alza aseguran en un artículo publicado en el último número de la revista de Gesto por la Paz Bake hitzak que "ETA debería reconocer el sufrimiento causado, pedir disculpas en nombre de sus militantes, escenificar unilateralmente su desaparición y dejar que la izquierda abertzale gestionara el tema de los presos". A su entender, hacerlo de esta manera "facilitaría el posicionamiento de los propios presos".

En el artículo conjunto aseguran que "lo más sensato y efectivo sería que la izquierda abertzale asumiera su responsabilidad e hiciera una reflexión profunda, sincera y crítica sobre lo ocurrido". Creen que "continuar haciéndolo a pequeñas dosis, con pequeñas frases calculadas, es un insulto para los que lo han sufrido y supone más tiempo de cárcel para los presos".

Según explican, la "aportación" de los reclusos en un proceso de convivencia "tiene que ir más allá de justificar o no el uso de la violencia, de condenar o no, o de valoraciones sobre si ha merecido la pena o no, porque nosotros lo hemos vivido y sabemos con qué mentalidad se tomaban las decisiones".

"Poner en cuestión esa mentalidad, esas contradicciones entre los valores que pretendíamos defender y la cruda realidad de lo que hemos hecho, de cómo lo hemos hecho, ayudará a cerrar las heridas y a evitar que se reproduzcan en el futuro", aseguran Caride Simón, Gisasola, Urrusolo Sistiaga y Alza en la revista de Gesto por la Paz.

En esta línea, reconocen que ellos mismos han sido "muy sensibles ante los actos de violencia que provocaban sufrimiento a las personas" que ellos apreciaban pero, "al mismo tiempo", eran "completamente insensibles al sufrimiento de las personas" que consideraban que "debían ser objeto de la violencia" que practicaba ETA.

Ante esto, los presos, que forman parte del programa de reinserción social denominado Vía Nanclares, propusieron "los encuentros en la cárcel", el taller para la convivencia que ha reunido a reclusos, víctimas y expertos en procesos de convivencia.

En palabras de estos cuatro reos, "estos encuentros, tanto en la cárcel como los realizados en la calle por los compañeros que salen de permiso, están siendo una experiencia enormemente positiva y nos han reafirmado en el convencimiento de que nuestra aportación tiene que seguir encaminada en este sentido".

El cese de ETA En el artículo, de dos páginas de extensión y que va rodeado de otros que firman Txema Urkijo, Galo Bilbao o Iñaki García Arrizabalaga, también reflexionan sobre el cese definitivo de la violencia que anunció ETA en octubre de 2011. Una decisión que "por desgracia, no fue fruto de una reflexión interna, sino impuesta por la incapacidad de seguir, e impuesta porque, por fin, en la izquierda abertzale algunos que tenían la capacidad para ello, se decidieron a hacerlo".

Creen que el cese definitivo de la violencia de ETA fue fruto de su "incapacidad de seguir"

Extractos

l Final de la actividad armada. "La decisión, por desgracia, no fue fruto de una reflexión interna, sino impuesta por la incapacidad de seguir, e impuesta porque, por fin, en la izquierda abertzale algunos que tenían la capacidad para ello, se decidieron a hacerlo".

l Los presos. "Lo más sensato y efectivo sería que la izquierda aber-tzale asumiera su responsabilidad e hiciera una reflexión profunda, sincera y crítica sobre lo ocurrido. Continuar haciéndolo a pequeñas dosis, con pequeñas frases calculadas, es un insulto para los que lo han sufrido y supone más tiempo de cárcel para los presos. ETA debería reconocer el sufrimiento causado, pedir disculpas en nombre de sus militantes, escenificar unilateralmente su desaparición y dejar que la izquierda abertzale gestionara el tema de los presos. Esto facilitaría el posicionamiento de los propios presos".

l El sufrimiento. "Hemos sido muy sensibles ante los actos de violencia que provocaban sufrimiento a las personas que apreciábamos y, al mismo tiempo, (...) completamente insensibles al sufrimiento de las personas que considerábamos debían ser objeto de la violencia".