Estados Unidos vive un nuevo escándalo, en este caso con el ya exdirector de la CIA, el organismo encargado de la inteligencia militar de EEUU, David Petraeus. Un dirigente que el viernes dimitió después de que se conociera la relación extramatrimonial con su biógrafa, Paula Broadwell, a causa de unos email que se intercambiaron. Pero el hecho va más allá de un lío de faldas. Los legisladores están preocupados porque Broadwell hubiera tenido acceso a secretos de Estado que pongan en riesgo al país.

El romance fue destapado cuando el FBI investigaba quejas de "acoso" por parte de Broadwell hacia una segunda mujer en Florida. Según varios medios de EEUU, se trata de una antigua amiga de la familia de Petraeus, Jill Kelley, quien conoce al exdirigente de la CIA desde hace unos cinco años.

Poco se sabe de esos correos ya que el FBI no lo ha esclarecido y la supuesta acosada tampoco quiere hacer declaraciones a la prensa. "Nosotros respetamos tanto su privacidad como la de su familia y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos", dijo Kelley.

Pero aunque su contenido no ha trascendido, sí ha tenido consecuencias. La más importante, el descubrimiento de la relación que mantenían Petraeus y su biógrafa que ha causado que él dimitiera de su cargo de director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). Él mismo fue quien, el pasado viernes, envió una carta a los medios de comunicación norteamericanos reconociendo su relación extramatrimonial.

En ese comunicado, Petraeus afirmaba que ha estado casado durante 37 años y que se ha comportado de una forma "extremadamente poco juiciosa" en relación con la relación extramatrimonial. Una dimisión que la Casa Blanca aceptó desde el primer momento.

las cámaras desconfían Los que sí se han pronunciado son algunos de los legisladores de los dos partidos de Estados Unidos. Sus principales dudas son cuándo descubrió el FBI esta ilícita relación entre Petraeus y Broadwell, cuándo avisaron a Petraeus de la investigación, si hubo riesgo para la seguridad nacional y, sobre todo, por qué mantuvo a oscuras al Congreso.

Y es que la dimisión e infidelidad del director de la CIA se hizo pública el viernes, sólo tres días después de las elecciones presidenciales que ganó el demócrata Obama.

La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la también demócrata Dianne Feinstein, dijo en una cadena de televisión que los legisladores no recibieron aviso previo en absoluto y la noticia llegó "como un relámpago".

"Esto es algo que pudo tener un efecto en la seguridad nacional", se quejó Feinstein, sobre la investigación que aparentemente comenzó antes de octubre.

Para Feinstein, no hay excusas para este desconocimiento porque el Congreso puede realizar reuniones a puerta cerrada para asuntos sensibles de inteligencia "y nosotros no tuvimos esa oportunidad".

Según un cronograma extraoficial de la prensa nacional, al director nacional de Inteligencia, James Clapper, le avisó de la investigación el Departamento de Justicia el mismo día de las elecciones presidenciales que fueron el martes.

Tres días después, el viernes, Feinstein confirmó la noticia del amorío al hablar con Petraeus. Fue el mismo día en que los comités de inteligencia se enteraron de las quejas contra Broadwell.

El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Peter King, sugirió que la investigación del FBI demuestra, a su juicio, que la Casa Blanca oculta algo.

Para King, resulta inverosímil que, si el FBI empezó la investigación hace meses, la agencia "no se haya dado cuenta hasta el día de las elecciones que el general Petraeus estaba implicado".

la biógrafa desaparecida Poco se sabe de Broadwell, quien no ha hecho apariciones en público pero será, según fuentes legislativas, el centro de atención de una reunión a puerta cerrada, prevista para el próximo miércoles, de líderes de los comités de inteligencia con los número dos del FBI y la CIA, Sean Joyce y Michael Morell, respectivamente. Es lo único que se sabe por parte de estas dos organizaciones, las cuales tampoco han valorado la noticia. Ni siquiera el propio Petraeus ha querido hablar más allá de la carta que envió el viernes. Y es que el silencio parece haberse impuesto entre los altos cargos estadounidenses porque el presidente, Barack Obama, también guarda silencio.

Según una cadena de televisión, Petraeus le dijo a sus amigos que su affaire con Broadwell, una reservista del Ejército y casada con dos hijos, comenzó después de que éste se retirara del Ejército en agosto del año pasado.

Como biógrafa de Petraeus, tuvo un inusual acceso al dirigente durante el año que pasaron juntos en Afganistán, ya que ella estaba preparando un libro sobre el rostro más visible de EEUU en este conflicto armado.

Según una cadena de EEUU, algunos amigos del general habían sospechado que los sentimientos de Broadwell hacia él habían cruzado la línea profesional al asegurar que, aparentemente, fue Petraeus quien puso fin a la relación.

Esas personas consideraron que Broadwell "causaba vergüenza y se mostraba demasiada melosa" al hablar de Petraeus.

continúa la investigación Sin embargo, los investigadores no descubrieron información que comprometiera datos secretos o actividad criminal, según fuentes allegadas a la investigación, que aseguraron que lo único que se encontró fue "un drama humano".

La renuncia de Petraeus se produjo antes de que éste rindiera testimonio ante comités de inteligencia de ambas cámaras del Congreso sobre el atentado contra el consulado de EEUU en la ciudad libia de Bengasi, en el que murieron el embajador Chris Stevens y otros tres servidores públicos. El ahora director, por lo menos en funciones, de la CIA, Mike Morell, será quien acuda a esas audiencias el próximo jueves, pero varios líderes republicanos, entre ellos King y el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, no descartan emitir una citación judicial para obligar a Petraeus a dar su testimonio y "llegar al fondo de la verdad" sobre Bengasi. Graham, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, declaró a otra cadena de televisión que incluso sopesa crear un comité especial conjunto del Congreso para examinar la respuesta del Gobierno al ataque del pasado 11 de septiembre.