Madrid. El debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 arrancó ayer por la tarde en el Pleno del Congreso con apenas unos 75 diputados sentados en sus escaños, una quinta parte de los 350 que conforman el arco parlamentario.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, abrió la sesión a las cuatro de la tarde informando a un hemiciclo desangelado del desarrollo del debate del articulado de las cuentas públicas, último trámite antes de su remisión al Senado. Tampoco había miembros del Gobierno en el banco azul del Salón de Plenos, si bien los ministros habrán de comparecer a lo largo de la semana para defender desde la tribuna los presupuestos de cada departamento. La mayoría de las ausencias se dan en las filas de los dos partidos mayoritarios, del PP y del PSOE, en las que por supuesto se encontraban sus respectivos portavoces en la Comisión parlamentaria de Presupuestos.
minorías mejor representadas Las minorías, por el contrario, contaron con una representación proporcionalmente más significativa, como es el caso de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), cuyos cinco diputados hicieron pleno, o del grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en la que a primera hora de la tarde contaban con casi la mitad de sus diputados en sus escaños. En el debate, los grupos de la oposición reclamaron al PP que modifique su actitud y acepte alguna de las más de 3.600 enmiendas presentadas a los Presupuestos Generales del Estado para 2013, que el PP defendió como "los mejores posibles" dada la situación económica actual.
Durante la primera jornada de las tres en las que se debatirán las enmiendas parciales presentadas a las cuentas del Ejecutivo para 2013, el PP y los grupos de la oposición cruzaron reproches sobre la posibilidad de incluir cambios en el texto antes de remitirlo al Senado. El debate de los Presupuestos Generales culminará mañana.