Donostia. La onda expansiva del éxito logrado por la manifestación en favor de la independencia de Catalunya con motivo de la Diada ha alcanzado a la precampaña electoral vasca. Tras la valoración que mereció el músculo independentista exhibido por la sociedad catalana, ayer la aspiración de la independencia se situó frente al espejo vasco como material electoral en boca de los candidatos a la Lehendakaritza.

Una vez más, quedó de manifiesta la división política entre los abertzales y los constitucionalistas. Mientras los primeros defendieron la plena legitimidad de la aspiración y el derecho para llevarla a cabo, los segundos echaron mano de la estrategia del miedo y rescataron al lehendakari Ibarretxe y el plan del nuevo estatuto como recordatorio de una senda que no hay que volver a recorrer.

secesión "Unilateral" En una comparecencia en la que participaron Maribi Ugarteburu y Marian Beitialarrangoitia, ambas candidatas de EH Bildu al parlamento vasco, la izquierda abertzale apostó claramente por la "declaración unilateral" de la independencia si España no se aviene a resolver de forma integral "el conflicto político".

Aunque la izquierda abertzale dijo estar a favor de un acuerdo político entre todas las sensibilidades, está convencida de que España "negará el futuro" a Euskal Herria "mediante la imposición". En esas circunstancias, abogan por que los ciudadanos ejerzan la "soberanía plena" "articulando mayorías independentistas" desde "el ámbito institucional, manifestando una voluntad política inequívoca para una declaración unilateral de independencia". La izquierda abertzale atribuye una función muy importante a las actuales instituciones en ese objetivo de declaración de la independencia. Según Ugarteburu, "tendrán que jugar un papel clave y protagonista".

El candidato del PNV a la Lehendakaritza, Iñigo Urkullu, fue mucho más cauto y recordó que en la ponencia política aprobada hace algo más de medio año, el PNV se define como "un partido nacionalista que busca la independencia". Para Urkullu, la independencia es un objetivo que "hay que trabajarlo, plantearlo y modularlo" con el fin de que cada vez más voluntades aspiren "a más estatus de autogobierno". Además, el líder jeltzale no olvida los tiempos que corren ni los condicionantes jurídicos que se deben sortear para avanzar en este objetivo. En cualquier caso, dijo que la independencia no debe entenderse "como contraposición a nada, sino como identidad propia y hecho diferencial en clave positiva".

"División" de la sociedad Frente a esta visión, los partidos de obediencia estatal juzgaron el objetivo de la independencia con las críticas ya clásicas que lo consideran un factor de "división" y "desestabilización" de la sociedad, además de negarle cualquier valor benéfico para afrontar la crisis. Tanto Patxi López como Antonio Basagoiti criticaron expresamente el plan para un nuevo estatus político que propugna el PNV, un proyecto que a juicio del candidato socialista pretende ser "un avance" hacia la meta de la independencia.

Para el candidato socialista, lo ocurrido en Catalunya no es otra cosa que la transformación de un "agravio económico en un sentimiento independetista económico". A su juicio, con los instrumentos de autogobierno existentes en el ordenamiento jurídico vigente es posible hacerle frente a los problemas económicos, por lo que rechazó de plano cualquier planteamiento de profundización en la soberanía, ya que equivale a un "sálvese quien pueda".

La cuarta pata del tablero político vasco, la del PP, también se refirió a esta cuestión para insistir en la idea que Antonio Basagoiti viene repitiendo desde que se anunció la convocatoria electoral: un pacto entre PNV y EH Bildu. "Aquí hay dos que aspiran a la independencia, Bildu y el PNV, y si pueden se pondrán de acuerdo en esos casos" Como antídoto para frenar las aspiraciones soberanistas del nacionalismo vasco reclamó "un PP fuerte", porque entonces "esa independencia se complicará y no podrán estar derivando en este debate".

Basagoiti rechazó comparaciones con Catalunya. Allí, lo que ha ocurrido es que "se han quedado atrás en competitividad y en creación de industria, porque sus políticos estaban a sus rollos y a sus estatuts, y ahora han tenido que salir a la calle".

Arrojando luz sobre lo dicho por el candidato a lehendakari del PP, el portavoz en el Congreso y antiguo alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, definió cuál es la misión que tiene que cumplir su partido en el parlamento: "Cuanto más PP haya en el Parlamento vasco más España habrá en el País Vasco". A su juicio, lo ocurrido en Barcelona es un aperitivo", ya que el "plato fuerte" que pondrá en cuestión la unidad Estado son las elecciones del 21 de octubre.