Donostia. Varios miles de personas recorrieron en la tarde de ayer las calles de la capital guipuzcoana para reclamar la puesta en libertad de los 13 presos gravemente enfermos. La manifestación fue convocada por los mismos agentes sociales y culturales que llamaron a marchar del miércoles a ayer desde Donostia hasta Arrasate, en un acto prohibido por la Audiencia Nacional. El mismo miércoles convocaron para la tarde de ayer una manifestación bajo el lema A favor de los derechos humanos de los presos.

La marcha tuvo lugar dos días después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, concediera la libertad condicional al decimocuarto reo enfermo de gravedad, Iosu Uribetxebarria. El recluso, cuya abogada exigió la ejecución inmediata de la resolución, se encuentra a la espera de si alguna de las partes, presumiblemente la Fiscalía, presenta algún tipo de recurso.

Numerosos dirigentes políticos participaron en la marcha, como los representantes de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria, Iñigo Iruin o Joseba Permach; los diputados de Amaiur Xabier Mikel Errekondo y Maite Aristegi; los dirigentes de Aralar Dani Maeztu y Rebeka Ubera; el secretario general de EA, Pello Urizar, el miembro de Alternatiba Xabi Soto; o los candidatos a consejeros del hipotético gobierno vasco de EH Bildu Unai Paskual, Iratxe Ibarra, Jon Etxabe y Xabier Olano, entre otros.

También se sumaron el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, junto a varios diputados forales como Helena Franco, y el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre. La marcha, que la AVT pidió prohibir, y que arrancó entre aplausos, transcurrió después en silencio, sin corear lemas y sin pancartas.

A su término, dos de los convocantes, Naroa Iturri y Juan María Feliu, leyeron un comunicado en el que destacaron que la sociedad vasca "se encuentra ante una oportunidad histórica de superar el sufrimiento, la conculcación de derechos y la falta de entendimiento en la que ha estado envuelta durante décadas".

En su opinión, este "nuevo tiempo" requiere del "trabajo en común entre diferentes para poder construir así una nueva era basada en el respeto de los derechos humanos de todas las personas" y cuya "principal protagonista" sea la sociedad vasca. De este modo, denunciaron que la política penitenciaria actual es "un obstáculo evidente" en este camino porque "se encuentra anclada en claves alejadas de la justicia y el respeto por los derechos humanos" y acarrea "sufrimiento y dolor para una parte considerable de esta sociedad".

Asimismo, manifestaron su preocupación por los presos con enfermedades graves y consideraron que el caso Uribetxebarria "ha supuesto un retroceso al pasado" ya que, a su juicio, su situación "ha sido cruelmente alargada por razones totalmente alejadas del respeto los derechos humanos". "Es tiempo de impulsar soluciones", remarcaron, al tiempo que insistieron en exigir el fin de la actual política penitenciaria "en el camino de la paz, la solución y la normalización".

"Clamor social" Antes de la manifestación, Permach evidenció que existe "un clamor social, una mayoría social", que reivindica que "definitivamente" se respeten los derechos de los presos, se acabe con "la política penitenciaria criminal que genera tanto sufrimiento", y que se entre en "una senda de soluciones".

Dani Maeztu, reclamó, por su parte, "acabar con la política de venganza y represión que el Estado español puso en marcha en materia penitenciaria y más ahora, en la situación en la que estamos, en que la sociedad vasca pide soluciones y en la que debemos ser capaces de dialogar para construir una paz duradera y una convivencia".