Vitoria. La portavoz de D3M Amparo Lasheras, absuelta en junio por la Audiencia Nacional junto con otros integrantes de esta formación y de Askatasuna al considerar que no había quedado probado que "de una forma consciente y deliberada actuasen en apoyo de ETA", afirma que "un movimiento revolucionario no debe condenar la violencia" y asegura que es "legítima como defensa y contestación ante la opresión social y política".

En una entrevista que le ha realizado la organización Euskal Herriko Komunistak, Lasheras afirma, en relación a ETA, que aún no ha desaparecido, aunque ha cesado en su actividad armada, lo que "no es exactamente igual". "En un proceso de liberación esa decisión significa que se inicia una estrategia diferente porque la lucha armada no es eficaz en el avance del proyecto final. Por ello, hay que buscar otros instrumentos que permitan continuar en el camino hacia la liberación nacional y social", añade.

Preguntada por si un movimiento revolucionario puede condenar la violencia, responde que "siempre es legítima como defensa y contestación ante la opresión social y política. Si, según algunos teóricos, debe de existir la violencia legítima del Estado, no entiendo por qué no puede existir la violencia revolucionaria. Lo perfecto es que ninguna violencia sea legítima, eso significa que el mundo es justo, que unos no dominan a otros", concluye.