Cuando Antonio Basagoiti cogió las riendas del Partido Popular en Euskadi con aires renovadores todo hacia presagiar que el inicio de una nueva etapa se llevaría por delante los resquicios del sangilismo. Han pasado cuatro años y lejos de quedar sepultados por la indiferencia política, dos baluartes de la vieja escuela como Carlos Urquijo y Carmelo Barrio aparecen como puntas de lanza ante el nuevo escenario originado tras el cese de la actividad armada de ETA.

El primero retomó las labores de delegado del Gobierno español en la CAV que ya conoció, aunque de forma efímera, con José María Aznar al frente del Ejecutivo. El segundo, curtido en mil batallas después de una amplia trayectoria, se convierte ahora en el principal interlocutor de los populares vascos con las víctimas del terrorismo.

Así lo determinó Basagoiti y lo rubricó el decimotercer Congreso del PP vasco que el domingo concluyó en Bilbao, un nombramiento que demuestra, de nuevo, la búsqueda de equilibrios internos que con habilidad cosecha el líder popular para beneficiar la convivencia del partido y, además, satisfacer a uno de los colectivos clave para el PP como son las víctimas.

Barrio interpreta su nombramiento como un mensaje nítido hacia los damnificados por ETA en el que el PP vasco quiere transmitir que, "a diferencia de otros, nosotros no hemos cambiado", según expone el parlamentario a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. En su agenda figurará un breve un listado de encuentros con las diferentes asociaciones, aunque asegura que este contacto nunca ha dejado de producirse. "Son el frontispicio moral en la política del PP, porque las víctimas siempre tienen razón", asegura.

A primera vista, su nuevo reto guarda muchas similitudes con el trabajo que el número dos de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, desarrollará en el ámbito estatal desde su nuevo puesto en la Ejecutiva de Rajoy, por lo que el trabajo común está asegurado. Y también recuerda al que desde las filas socialistas, aliado preferente hasta la semana pasada de los conservadores, encomendó el lehendakari a Jesús Loza.

El comisionado ya sabe lo que supone recibir el primer revés en esta tarea, después de que las víctimas de la AVT rechazaran reunirse con él. Pero Barrio no está preocupado: "Jesús Loza es del Partido Socialista y yo soy del Partido Popular. Entiendo que las víctimas se hayan sentido defraudadas por el PSOE, pero nosotros no flaquearemos", apunta.

Los mentideros políticos barruntan que el reconocimiento al exsecretario general de la Ejecutiva vasca era una cuenta pendiente que Basagoiti quería saldar hacía tiempo. El primer intento pegó en el larguero, después de postular a Barrio para presidir la ponencia para la paz, un foro que inició su andadura, finalmente, sin presidente. El segundo intento ha permitido recuperar para la política de primera línea -ejecutiva y mediática- al dirigente alavés.

Pero para el parlamentario no hay "comparación posible" entre ambos cargos. Concede una "mayor relevancia" a poder ser la voz de su partido ante las víctimas para trasladarles un apoyo sin fisuras que dirigir un cónclave donde el reto "es cumplir el objetivo de deslegitimar la violencia terrorista, sea quien sea el presidente de ese grupo de trabajo".

Congreso Barrio recuerda con agrado el Congreso celebrado en la capital vizcaína, no sólo por el reconocimiento que el partido tuvo hacia su persona, sino también por la aprobación de una enmienda presentada por él mismo en la que se reconocía el trabajo realizado por los anteriores responsables del PP autonómico. Así, Barrio rescataba nombres como Mayor Oreja, Iturgaiz o San Gil ante los aires renovados que parece encarnar Basagoiti.

Con esta iniciativa, el veterano parlamentario quiso demostrar que no reniega de su pasado, y que ello no es óbice para adaptarse a la nueva situación. "Si no somos capaces de solucionar las diferencias que tenemos nosotros, difícil lo tenemos", señala Barrio. Frente a estas divergencias, destaca el trabajo que queda por hacer y la "lealtad" hacia el partido que, está convencido, Basagoiti ha detectado desde su llegada a la presidencia.