vitoria. Iñaki Antigüedad, diputado de Amaiur en el Congreso: "Nunca se me va a pasar por la cabeza pedirle a ETA la disolución. Una cosa es la disolución, que nunca voy a pedírsela, y otra el desarme". Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior del Gobierno español: "Aunque el cese de la violencia es una buena noticia, no es la noticia definitiva que todos esperamos, y que es la de su disolución incondicional".

Transcurridos seis meses desde que ETA anunciara el cese definitivo de sus actividades armadas, la banda, sin embargo, sigue estando presente, latente en su inactividad, pero latente al fin y al cabo. Algunos analistas consideran que el anuncio de su disolución es una baza que jugará en las semanas previas a la celebración de los próximos comicios autonómicos, una baza que podría utilizar a favor de la izquierda abertzale y de sus compañeros de viaje, bien sea en Amaiur o la sigla que en ese momento se determine.

Aunque la Comisión Internacional de Verificación del alto el fuego liderada por Ram Manikkalingam ha estado estos últimos días en Euskadi, el Gobierno de Mariano Rajoy mantiene cerrada sus puertas a los verificadores. Tal como señaló el responsable de Interior del Ejecutivo popular, lo primero es la disolución de ETA y, después, se hablará de otras cuestiones, especialmente de política penitenciaria. La situación de los presos es otro punto clave. Hay quienes consideran que la disolución de la organización dejaría sin "cobertura" a los cientos de reclusos de la banda.

En lo que no parece haber dudas es en que la actividad de ETA como organización violenta ha llegado a su fin. Así lo considera Pello Salaburu, exrector de la UPV-EHU. "Hay que partir de una cuestión, estamos mucho mejor que hace un año y que hace seis meses. Yo, que en anteriores ocasiones he sido muy escéptico, en esta ocasión estoy convencido de que no va a haber ningún asesinato más. Lo digo también por el hecho de que no tengo ninguna responsabilidad política. Si fuera un cargo político, y aún pensando así, quizá no lo diría tan tajante", asegura. Una apreciación con la que coincide Gorka Espiau, exasesor del lehendakari Ibarretxe: "Aunque no se puede asegurar al cien por cien, todo hace indicar que la decisión de ETA de abandonar la violencia parece que no tiene vuelta atrás. Así, lo considera incluso la izquierda abertzale".

Una decisión, la de ETA, que se anunció de forma unilateral, algo ante lo que el profesor de la UPV/EHU Imanol Zubero realiza la siguiente apreciación. "Aseguraron que se tomaba de forma unilateral, pero tengo la sensación de que lo que están es esperando contrapartidas. He decidido esto de forma unilateral, pero ahora que el Gobierno dé sus pasos. Y eso no es unilateralidad", señala.

Dando por bueno que ETA no va a actuar más, ¿por qué no anuncia su disolución? A juicio del exrector de la UPV-EHU Pello Salaburu se trata de una cuestión de jugar con los tiempos políticos. "Cada uno los quiere utilizar a su favor. No sería de extrañar que, a las puertas de las elecciones, ETA hiciera un gesto, aunque no sea la disolución. Entregar algunas armas y, de este modo, igual consideran que les debemos un favor, que tenemos que estarles agradecidos", señala.

Paul Ríos, coordinador de la asociación ciudadana Lokarri, opina que no es aún el momento de exigir la disolución de la banda. "En Irlanda del Norte los partidos unionistas también pedían la disolución de ETA hasta que se dieron cuenta de que lo importante era que el IRA dejó de ser una organización violenta para pasar a ser una organización armada que no utilizaba las armas y, por último, una organización política. IRA no ha anunciado formalmente su disolución como organización, pero nadie en Irlanda alberga dudas de que su actividad armada pasó a la historia. Ahora lo más importante es que se comiencen a dar los pasos que permitan una verificación de desarme por parte de ETA", aprecia.

Verificación parece ser otra palabra clave en este proceso y a ella también se refiere el exprofesor de la UPV-EHU, Pedro Ibarra. "Creo que el proceso está actualmente estancado o hay quien le interesa que esté estancado. Ha habido una organización armada que en un momento ha dicho que se acabó su actividad y por encima de plantear el debate de si es necesaria su disolución, lo primordial es verificar que nunca más se van a utilizar las armas. No sé cómo se debe hacer esa verificación, pero lo primordial es que se verifique ese cese definitivo. Para ello se deberá articular una forma de entrega de armas", asegura.

Para Espiau, por encima de la disolución o el desarme, la clave está en afianzar el proceso que se inició el pasado octubre con el anuncio de ETA: "Considero que ahora no es el momento del debate disolución o desarme, sobre todo porque hay que partir de que ETA ha cerrado ciclo. Si su intención sería la de volver, de qué serviría que entregaran 50 pistolas si al día siguiente pueden comprar 200. Por otro lado, también podrían decir que se disuelven y al día siguiente nace ETA IX Asamblea. Por eso creo que lo esencial es afianzar el paso dado el pasado octubre".

Pedro Ibarra también se muestra escéptico con la fórmula que pudiera verificar que ETA se ha disuelto. "Pueden decir y anunciar solemnemente que se han disuelto y al día siguiente volverse a reunir. El desarme, la entrega de armas, sí es algo verificable. La disolución no. Y tenemos un ejemplo en lo sucedido con el IRA. Anunció el fin de sus actividades, el Gobierno británico verificó que se había desarmado, pero oficialmente el IRA nunca ha anunciado su disolución, pero ha dejado de ser un problema", señala el exdocente.

Imanol Zubero exige a ETA otro paso unilateral: "Vuelvo a insistir en ello. Si han tomado una decisión, que vayan más allá. Que entreguen armas, que digan que nunca jamás se va a utilizar la violencia. Lo que les pido es que den los pasos que se les reclama sin estar a la espera de contrapartidas".

los presos Uno de los aspectos clave de la disolución es la situación en la que quedarían los presos de ETA. Antigüedad puso un ejemplo. "Si una empresa cierra, y al día siguiente se disuelve, qué hace la gente", manifestó el diputado de la coalición soberanista. En palabras de Pello Salaburu, el de los presos es un debate que hay que tratar con ecuanimidad. "El problema de los presos está ahí. Muchos de ellos dirán yo me he metido en esto y no quiero que me dejen tirado. Creo que lo que se debe hacer es cumplir con la ley con respecto a los presos, pero cumplir con la ley no es que tengan beneficios extra porque ahora ETA haya anunciado el cese de sus actividades. No hay que pagar ningún precio por esa decisión, sino cumplir estrictamente con lo que marca la ley. Pero, como en todo, también en este asunto cada uno juega con los tiempos para llevarlo a su terreno".

En opinión de Gorka Espiau, el tema de los presos es un asunto que se debe abordar por encima de cuestiones como desarme o disolución: "Ahora no es el momento del debate disolución o desarme. Lo esencial es afianzar el paso dado el pasado octubre y para ello hay que abordar los principales temas que, en mi opinión, son la situación de los presos, el reconocimiento de las víctimas y la memoria. Ese sí debe ser el camino".

Imanol Zubero recuerda que hace ya dos décadas abogaba por otra política penitenciaria. "En los tiempos más duros de ETA, al comienzo de los 90, ya reivindicábamos el acercamiento de los presos y que no hubiera medidas de excepción con los reclusos. Pero ese es un camino independiente al que debe tomar ETA", señala.

Por todo ello, el coordinador de la pacifista Lokarri, Paul Ríos, considera que ha llegado el momento de derribar el muro de incomunicación que se levanta entre ETA y el Gobierno español para que se puedan abordar por fin los temas que están aún pendientes. "ETA y el Gobierno deben de abrir esa vía de comunicación que ahora no existe para verificar de forma fehaciente que ETA se ha desarmado. Una vez se produzca ese desarme, llegará la hora de plantearse la disolución de la organización".

"Por encima del debate disolución o desarme hay que afianzar este nuevo tiempo"

Gorka Espiau

Exasesor del lehendakari Ibarretxe

"Si ETA dio el paso de manera unilateral, que siga dando pasos sin esperar contrapartidas"

Imanol zubero

Profesor de la UPV/EHU

"Una vez que se haya verificado el desarme, ya llegará el momento de la disolución"

Paul Ríos

Coordinador de Lokarri

"Se debe verificar las intenciones de ETA y articular una forma de entrega de las armas"

Pedro ibarra

Exprofesor de la UPV/EHU

El IRA se desarmó sin disolverse

El 10 de abril de 1998 se firmó el 'Acuerdo de Viernes Santo' conocido también como 'Acuerdo de Stormont' producto de las negociaciones que se habían mantenido entre los gobiernos británico e irlandés y en el que también tomaron parte ocho partidos políticos. Hubo que esperar siete largos años, con sus pasos adelante y atrás, hasta que el 28 de julio de 2005, el IRA emitía el siguiente comunicado: "La dirección del IRA ha ordenado formalmente el fin de su campaña armada. Tendrá lugar a las 16.00 horas de hoy. Todas las unidades del IRA deben deponer las armas. Los voluntarios han recibido instrucciones para ayudar en el desarrollo de programas puramente políticos y democráticos en términos pacíficos". El IRA renunciaba de manera formal y oficial a la lucha armada. Aún tuvieron que pasar otros tres años, hasta 2008, diez años después de Stormont, para que el Gobierno británico confirmara de formal oficial que había verificado el desarme del IRA. La organización, sin embargo, no se ha disuelto y mantiene su aspiración de "reunificar Irlanda y poner fin a la autoridad británica en el Ulster".

Seis meses después del anuncio de ETA, el proceso se encuentra en situación de 'impasse'

Los verificadores del alto el fuego han mantenido diversas reuniones en Euskadi

"No extrañaría un gesto de ETA antes de las elecciones; igual creen que nos hacen un favor"

pello salaburu

Exrector de la UPV/EHU