Idaho es el segundo estado norteamericano con mayor número de vascos. Su capital, Boise, representa la colectividad vasca más activa y emergente de todo EEUU, como recientemente acaban de demostrar con el texto aprobado por la Cámara de los Representantes -el equivalente al Congreso- y el Senado. En el, se aplaude el cese definitivo de ETA y se anima a los gobiernos español y francés a realizar todos los esfuerzos que puedan acometer para encauzar la paz en Euskadi. Lejos del mero testimonialismo, la diáspora vasca ha conseguido hacerse con notables cotas de poder económico y político en el territorio, una ejemplo que encarna a la perfección Pete Cenarrusa, ex secretario de Estado de Idaho, euskaldun y político republicano. El arraigo de la diáspora vasca llega a tal punto que el festival internacional de cultura vasca 'Jailadi' se ha convertido en todo un acontecimiento en Norteamérica. Esta cita, que se celebra cada cinco años, consiguió reunir en su última edición a más de 40.000 personas relacionadas con la colectividad vasca, un acontecimiento que tampoco quiso perderse el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, que entregó el galardón de Ilustre de Bizkaia al propio Cenarrusa.