san sebastián. ¿Qué ventajas económicas tendría para Escocia el separarse del Reino Unido?
Una mayor cohesión, más atención a nivel mundial de los asuntos escoceses, altos niveles de crecimiento económico y una mayor capacidad para vender la marca Escocia en el extranjero. Es decir, supondría una forma más fácil de vender los productos y los servicios escoceses en los mercados internacionales.
Según los últimos sondeos, el referéndum de independencia, previsto para 2014, se antoja muy apretado.
Soy muy optimista. Cuando sale este tema, siempre le digo a la gente que en 1776, cuando se producían los primeros disparos de la Guerra de Independencia americana, solo el 30% de los americanos se mostraba a favor de la independencia. En cualquier organización estacionaria donde un 30% de sus componentes es favorable a un cambio radical, otro 30% está a favor de seguir igual y el 40% duda, está todo por jugar. Cuantos más argumentos das a la gente sobre la cuestión de la independencia, cuantas más razones les das para creer que tendrán una Escocia más exitosa tanto para ellos como para sus hijos... Si la gente comprende que va en beneficio suyo, estoy seguro de que se mostrará a favor. Hasta la fecha hemos logrado cambiar la opinión de mucha gente, y conseguiremos convertir a muchos más antes de la fecha del referéndum.
Visto desde la distancia, sorprende la actitud que está teniendo el Reino Unido ante esta cuestión.
En esencia, creo que están ayudando a convencer a cada vez más escoceses de que la independencia sería una buena idea. Creo que han tomado una visión muy simplista de la proposición, no se están interesando tanto como la sociedad escocesa por el status quo actual. Una cosa que he aprendido es que mantener el status quo es una receta para un pobre rendimiento. Tienes que cambiar y evolucionar, ¡es la ley de la naturaleza! La gente que quiere que las cosas se mantengan como siempre está garantizando un pobre desarrollo. Escocia tuvo 30 años de un rendimiento económico pobre con este tipo de conductas. Ahora es hora de cambiar, de levantarse, y esto convencerá a cada vez más gente.
Ha visitado varias fábricas guipuzcoanas. ¿Qué impresión se lleva?
Una impresión magnífica. He visitado tres compañías, las tres de clase mundial, las tres producen productos fabulosos y todas ellas están gestionadas con la participación de los trabajadores. Por tanto, volveré a Escocia con mucho que compartir.
Dice usted que los escoceses tienen mucho que aprender de los vascos. A la inversa, ¿qué podemos aprender los vascos de los escoceses?
Me inclino por ser humilde en este punto. Tenemos más por aprender que para enseñar. Lo que intentamos hacer con los vascos es estar totalmente abiertos para enseñarles lo que estamos haciendo durante todo este proceso de independencia. Quizás algunas de las cosas que hacemos les puedan ser de utilidad.
¿Cree que un Estado vasco sería viable económicamente?
Estoy absolutamente convencido de ello. De los países del top 20 de la lista de la OCDE de desarrollo económico doce son países pequeños. Además, solo estando aquí uno queda convencido. Cuando miras a la sociedad, al diseño inteligente de las ciudades, la calidad de los vehículos, de las infraestructuras y de las edificaciones... Este es un país preparado para hacerlo bien.
¿Qué ganarían los vascos con un Estado propio?
Es un poco lo que le decía de los escoceses. Creo que todo va acerca de este sentido compartido de identidad, de un propósito común, de construir una marca propia... De este modo se permite que Euskadi sea vista a lo largo y ancho del mundo. Seguro que hay mucha gente que tiene curiosidad por conocer el País Vasco.