Vitoria. El Congreso Federal que celebrará el PSOE en Sevilla en apenas tres semanas se ha convertido en Álava en una especie de placa de Petri en la que ha aflorado el sentir de parte de la militancia partidaria de abordar una mayor apertura del partido a la sociedad y de repensar los sistemas internos de organización y toma de decisiones, como consecuencia de un proceso de reflexión activado especialmente tras los sucesivos correctivos electorales sufridos por el partido a lo largo de 2011, primero en las municipales y forales y luego en las generales de noviembre.

La consecuencia más llamativa de este movimiento es que en la fase designación de los 51 delegados que tomarán parte en el Congreso Extraordinario alavés del próximo día 21 -encargado de elegir a los tres representantes que el territorio enviará a Sevilla los días 3,4 y 5 de febrero- se han presentado dos listas: una oficial, correspondiente a la dirección del partido liderada por Txarli Prieto, y otra alternativa. Así ocurrió anoche en la asamblea de la agrupación Antonio Amat y el jueves en la Pablo Iglesias, las dos agrupaciones locales correspondientes a Gasteiz y encargadas de elegir a un mayor número de delegados para el Congreso territorial, en proporción al número de afiliados que registran. En el territorio hay otras siete agrupaciones.

Pues bien, concretamente en la votación celebrada tras un largo debate el jueves por la noche en la agrupación Pablo Iglesias, el resultado se decantó a favor de la candidatura oficial, aunque la lista alternativa obtuvo en torno al 40% de los votos. Eso supone, según los estatutos del partido, que del número total de delegados elegidos en esta asamblea para que participen en la cita del 21 de enero, en torno al 40% habrá de ser perteneciente a la lista alternativa. Fuentes consultadas por este periódico apuntaban que previsiblemente el resultado en la asamblea de Antonio Amat anoche iría por los mismos derroteros.

Esto significa que al Congreso del próximo sábado los socialistas alaveses llegarán con dos opciones, dos listas cerradas, sobre las que elegir los tres delegados que participarán en Sevilla en febrero en la designación del sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la Secretaría General del PSOE.

Debacle electoral en 2011

Abrirse a la ciudadanía

Para buscar la inspiración de este grupo más o menos organizado de militantes y dirigentes en el seno del PSE alavés que ha inspirado estas listas alternativas hay que tener como referencia importante las sucesivas debacles electorales vividas en 2011 por los socialistas alaveses. Un dato revelador, destacan algunas de las personas que están en esta tesis, es que en apenas cuatro años, desde las generales de 2008 a las generales de noviembre pasado, el PSE ha perdido en el territorio 30.000 votos, casi la mitad de los que logró entonces. Con una consecuencia realmente traumática: la pérdida de la Alcaldía de Gasteiz y el retroceso a cuarta fuerza de las Juntas Generales.

Un hundimiento achacable a muchos factores externos y, en parte, ajenos a la estricta labor de la dirección alavesa, como la gestión de la crisis económica por parte de Rodríguez Zapatero, pero que también constata, a su juicio, que el PSE ha perdido contacto con la sociedad alavesa y que es necesario revisar la estructura o el funcionamiento interno del partido, dotarlo de mayores resortes de democracia interna y participación.

Este leit motiv ha hecho que, por ejemplo, en las asambleas celebradas haya sido especialmente reseñable la participación y de calado el debate de enmiendas a la ponencia marco. Y hace también que este movimiento alternativo al oficial no se alinee con ninguno de los dos candidatos en liza de momento -Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón-, al tiempo que reclamará en el Congreso del próximo sábado que los tres delegados que viajen a Sevilla lo hagan con un mandato de voto previo, en su caso, vinculado a que el programa del candidato recoja sus aspiraciones de cambio en el partido.

por ahora, no alineados

Ni Rubalcaba ni Chacón

Álava también será distinta en esto. Porque si este grupo no ha dado su apoyo todavía ni a Chacón ni a Rubalcaba, tampoco lo ha hecho el aparato del socialismo alavés, en contraste con el unánime respaldo en bloque con el que el exministro del Interior cuenta en Bizkaia y Gipuzkoa -mañana mismo el lehendakari será el encargado de presentarle en un encuentro con militantes que celebrará en Bilbao-. Entre ambos enviarán al Congreso de Sevilla 19 delegados. Más explícito no pudo ser Txarli Prieto el jueves en un artículo publicado en su blog con el significativo título de Si acertamos en la política, acertaremos en las personas.

A este impasse de alineamiento, por llamarlo de algún modo, sólo han escapado dos destacados socialistas alaveses: el expresidente del Senado, Javier Rojo, integrado ya oficialmente en el equipo político de Chacón; y el exministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que ha prestado su aval a Rubalcaba.

De este modo, hasta el Congreso del día 21 será difícil conocer en qué sentido pueden decantarse los tres delegados alaveses en Sevilla. Pero la relevancia del cónclave del próximo sábado trasciende la cita sevillana, porque servirá para medir el peso que estas tesis más renovadoras hayan podido adquirir en el partido. A tenor de lo ocurrido en las principales agrupaciones, y dado que los estatutos del partido indican que si una lista tiene un apoyo igual o superior al 20% esa lista ha de tener una representación proporcional al porcentaje de votos obtenidos, no sería nada extraño que uno de los tres delegados representara las aspiraciones de este movimiento alternativo al oficial.

el futuro

Huir de batallas personales

En lo que se muestran claras algunas personas afines a esta iniciativa consultadas es en desvincularla de supuestos intentos por descabalgar a la actual dirección de Txarli Prieto o de pretender forzar el adelanto del congreso ordinario. Estas hipótesis surgen de tensiones internas que a lo largo de estos años han aflorado públicamente en algunos momentos. Con especial intensidad ocurrió, por ejemplo, con motivo de la salida forzosa de Gregorio Rojo de la presidencia de Caja Vital en verano de 2010 y el nombramiento de su sucesor, pero también se ha evidenciado en discrepancias -generalmente soterradas- de la dirección del PSE con la posición adoptada por los alaveses en sus relaciones con el PNV tras la llegada de Patxi López a Ajuria Enea.

En teoría, el Congreso para elegir a la nueva dirección del PSE de Álava debería celebrarse tras el trámite homólogo del PSE de la CAV, que tendría lugar tras las elecciones autonómicas, oficialmente previstas para marzo de 2013. Pero el cónclave de Sevilla podría alterar algo esos tiempos, al activar estatutariamente los procesos de renovación a nivel autonómico, territorial y municipal sucesivamente; un proceso que podría alargarse durante algo más de un año. Más o menos coincidiría con el calendario inicial. Dos variables más pueden alterar estas previsiones: un adelanto electoral en Euskadi y que en Sevilla el PSOE decida adoptar la fórmula de primarias para elegir a sus candidatos, lo que supondría que el aspirante a lehendakari debería designarse por este procedimiento.

Por ahora, recuerdan algunos impulsores de estas listas alternativas, no hay que buscar segundas lecturas a esa circunstancia. Es cierto que no ha ocurrido últimamente, admiten, pero no es la primera vez ni la segunda que dos o incluso tres planchas pugnan entre sí en el territorio.