MADRID. Mariano Rajoy consigue así superar la barrera de los 183 escaños que logró José María Aznar en el año 2000 y, en el lado opuesto, Alfredo Pérez Rubalcaba no llega ni siquiera al suelo del PSOE, los 118 diputados que obtuvo en las elecciones constituyentes de 1977.
Más del 44 por ciento de los votantes han respaldo al PP, que supera los 10 millones de sufragios, mientras que el PSOE -con el 93,36 por ciento de las papeletas escrutadas- se queda con el 28,65 por ciento de los votos, cerca de los 6,5 millones.
El panorama que ofrece el nuevo hemiciclo de la Cámara Baja incluye el retorno de la izquierda abertzale, a través de Amaiur, cuyos siete representantes le garantizan grupo parlamentario propio.
Ascenso muy relevante también de Izquierda Unida, que tras una legislatura con sólo dos diputados sube a 11 escaños y se consolida como tercera fuerza política en número de votos, más de un millón y medio.
IU tendrá así grupo parlamentario propio; UPyD se aproxima a ese objetivo al pasar de uno a cinco escaños y conseguir más de un millón de votos, colocándose como cuarta formación parlamentaria.
Por número de escaños en el Congreso, el tercer partido vuelve a ser CiU, que experimenta un notable refuerzo: de diez a dieciséis diputados.
Los nacionalistas vascos del PNV acusan la entrada de Amaiur y bajan de seis a cinco escaños, pese a haber tenido más sufragios que hace cuatro años.
Con tres escaños repiten los republicanos catalanes de ERC; los nacionlistas gallegos del BNG también conservan los dos suyos; y de igual modo Coalición Canaria mantiene sus dos representantes en la Cámara Baja.
Geroa Bai, sucesora de Na Bai, conserva su escaño por Nafarroa en el hemiciclo.
Además de Amaiur, entran dos nuevas formaciones políticas en el Congreso: Compromís-Equo, con un escaño por Valencia, y el Foro Asturias, con otro diputado por Asturias.