MADRID. "En cambio, lo que ha sucedido es consecuencia de una mentira y de un afán de protagonismo de una magistrada", ha subrayado en su turno de última palabra, en alusión a la frase pronunciada por la juez Ángela Murillo que el jueves renunció a celebrar la vista tras afirmar, sin percatarse de que había un micrófono abierto: "pobre mujer (...) y encima se ríen los cabrones".
Al finalizar el juicio, en el que el fiscal ha aumentado de 48 a 72 años de prisión su petición de pena para "Txapote", la viuda de Múgica, Adoración Zubeldia, ha saludado efusivamente a Murillo, que abandonaba la sede de la Audiencia Nacional, a la que ha abrazado y dado las gracias.
Zubeldia ha tenido también un protagonismo inesperado durante la vista oral, que se ha repetido tras la renuncia de Murillo, ahora con la magistrada Carmen Paloma González en la presidencia del tribunal.
La viuda ha vuelto a declarar, aunque -a diferencia de su primera declaración, en la que permaneció oculta tras un biombo-, este viernes ha testificado sin ninguna protección y al terminar ha aprovechado para mirar directamente a la cara durante unos siete segundos a los acusados, que no han podido sostenerle la mirada.
Antes, ha rememorado otra vez los momentos que vivió el 14 de julio de 2001 cuando explotó la bomba colocada en la furgoneta de su marido, que era concejal de UPN en Leiza (Navarra).
En ese momento se ha vuelto a derrumbar ante el tribunal y, entre sollozos, ha contado que desde el balcón de su casa vio a su marido tumbado en el suelo: "la furgoneta se estaba quemando y él también se estaba quemando", ha dicho.
Cuando ha terminado de declarar, y tras preguntar a un funcionario si podía "mirar a estos chicos", Zubeldia se ha dado la vuelta para enfrentar su ojos con los de los acusados, que permanecían sentados mirando al suelo.
En la sesión de este viernes, la última del juicio que ha quedado visto para sentencia, el fiscal Carlos Bautista ha sostenido que "Txapote" ordenó el asesinato del concejal a los miembros del comando Argala, y ha pedido que sea condenado a 72 años de cárcel en calidad de dirigente de ETA.
El Ministerio Público también ha modificado su petición de penas para los otros tres acusados, al incluir el delito de estragos terroristas, además del de asesinato, tenencia de explosivos e integración en organización terrorista, de los que les acusaba inicialmente.
En concreto, para Andoni Otegi y Oscar Zelarain ha solicitado 58 años de cárcel y 68 para Juan Carlos Besance.
Según la Fiscalía, ha sostenido que hay pruebas suficientes para acreditar que la orden de atentar contra el concejal procedió de "Txapote", antes de que fuera detenido en febrero de ese año en Francia.
En este sentido, ha recordado que entre los efectos incautados al exjefe del aparato militar de ETA había una agenda en la que figuraba una cita con el comando Argala y otros documentos sueltos con anotaciones sobre éste y otros comandos.
Esos papeles, a juicio de Bautista, demuestran que "estamos ante una persona que mantiene contactos con comandos de la organización terrorista para darles órdenes".
Por su parte, "Txapote", al inicio del juicio, ha reiterado que no reconoce la legitimidad del tribunal, y los presuntos etarras Andoni Otegi y Oscar Zelarain, también se han negado de nuevo a participar en la vista.
Únicamente, el acusado Juan Carlos Besance ha accedido a responder sólo a las preguntas de su defensa y ha denunciado nuevamente que fue sometido a torturas por parte de la Guardia Civil.
Al juicio ha asistido este viernes entre el público el expresidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz.