vitoria. El lehendakari ya está en casa. 18 horas después de que ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada, Patxi López, sin tiempo apenas para deshacer el equipaje tras su llegada desde Estados Unidos, emplazó públicamente a los partidos políticos "y coaliciones" con representación institucional en Euskadi a una ronda de contactos cuyo objetivo será abordar la nueva etapa que dibuja el anuncio de la banda armada.
El matiz al nombrar a los destinatarios de la iniciativa no es baladí. Está dirigido a Bildu y, sobre todo, a la amplia rama de la izquierda abertzale que presenta la coalición. Así, pretende liderar los pasos del nuevo escenario en el que la corriente política independentista se presenta como importante protagonista tras su arrolladora incorporación al entramado institucional vasco y sus elocuentes perspectivas electorales en los próximos comicios generales. López debe recuperar el tiempo perdido que su reconocida incapacidad inicial para publicitar sus proyectos ante la ciudadanía y reveses como su ausencia en el histórico día que el jueves se vivió en Euskadi han trasladado en su contra.
A diferencia del Gobierno español, que dejará en manos del ejecutivo que surja tras el 20 de noviembre la labor de estructurar junto a las demás fuerzas el escenario sin violencia terrorista que ya es una realidad, el lehendakari sí afrontará esta misión desde la raíz, tal y como explicó ante los medios de comunicación tras el Consejo de Gobierno extraordinario que celebró junto a sus consejeros -faltaron Bernabé Unda y Pilar Unzalu, titulares de Industria y Agricultura, que continúan en Estados Unidos-.
Con semblante serio y el cansancio del apresurado regreso presente en sus ojos -su avión aterrizó a las ocho de la mañana en Madrid y cinco horas más tarde iniciaba su intervención pública-, López se mostró esquivo al ser preguntado por la falta de previsión que le impidió estar en Euskadi el día en que la banda armada anunciaba su cese. "Sabía todo lo que debía saber", se limitó a puntualizar el jefe del Ejecutivo, al tiempo que esquivaba responder si fue un error emprender un viaje en un momento trascendental para la historia de Euskadi. "Ahora estoy aquí", resaltó.
En su alocución se mantuvo activo el mensaje de vencedores y vencidos. En este primer apartado, dedicó un especial recuerdo para las víctimas del terrorismo, presentes todas ellas en la solapa del lehendakari y los consejeros a través de la flor siempreviva que en su día presentó Maixabel Lasa, la directora de la Oficina de Atención a los damnificados por este tipo de violencia.
No era el único gesto dedicado a este colectivo. Desde primera hora de la mañana la sala de prensa de Lehendakaritza y el salón destinado a los encuentros del Consejo de Gobierno presentaban estas mismas flores en una hornacina donde se podía leer: "Mantengamos siempre viva su memoria y mantendremos siempre viva la esperanza". Memoria y esperanza, dos términos que resumen la posición socialista, tanto en Euskadi como en Madrid -Zapatero hizo especial hincapié ayer en ambos en su primera valoración del comunicado de ETA- ante la nueva etapa vasca.
plan de paz En una intervención trufada de agradecimientos a todos los agentes que han contribuido a la lucha contra el terrorismo, incluidos los predecesores de López al frente del Gobierno Vasco con los que pretender reunirse en los próximos días, el lehendakari aprovechó la ocasión para recuperar el decálogo que presentó en el Pleno de Política General y que, entre otros puntos, recoge el reconocimiento público a las víctimas del terrorismo y una orientación consensuada y flexible de la política penitenciaria. Ésta debe ser, en opinión del dirigente socialista "la guía" de la nueva etapa. Así lo trasladará en la citada ronda de contactos que López pretende abrir con las demás fuerzas políticas y que, de momento, carece de un calendario consensuado, según reconoció el propio lehendakari.
Además de los partidos políticos, el inquilino de Ajuria Enea tiene la intención de abrir este foro de diálogo a sindicatos y organizaciones empresariales, dotándole de un carácter plural que también podría incluir a asociaciones de víctimas.