HA sido un largo camino. De meses, de años incluso. El proceso que desembocó ayer en la declaración del cese definitivo de la actividad armada de ETA ha conocido sus altibajos, sus días de actividad frenética y las semanas de impasse. La situación se venía gestando de antes, pero el primer hito que comenzó a mover la rueda de la organización armada tuvo lugar a finales de marzo de 2010: la Declaración de Bruselas. De entonces a hoy, ETA ha ido transitando el camino hacia el abandono de la violencia a través de casi una docena de comunicados y apariciones públicas.
El proceso echaba a andar el 29 de marzo de 2010, cuando diversas personalidades internacionales hicieron pública la llamada Declaración de Bruselas. Entre los firmantes, varios Nobel de la Paz, como el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, el expresidente de este mismo país Frederik Willem de Klerk o John Hume, uno de los artífices del Acuerdo de Viernes de Santo que desbloqueó el conflicto norirlandés.
La declaración venía auspiciada en los movimientos que la izquierda abertzale venía dando en los meses previos, sobre todo a raíz del compromiso adquirido con las vías "exclusivamente políticas y democráticas". En dicho manifiesto se instaba a ETA a declarar un alto el fuego "permanente y completamente verificable". Arrancaba el acto.
SEPTIEMBRE DE 2010
Un sabor agridulce
Sin embargo, ETA se hizo de rogar. La réplica no llegó hasta seis meses después, en septiembre. Y lo hizo, además, fraccionada en dos comunicados: el primero, hecho público el 5 de septiembre, anunciaba el cese de las "acciones armadas ofensivas", una decisión que, según el mismo texto, el grupo armado habría tomado en agosto de 2009; en el segundo, quince días más tarde, ETA se comprometía con la Declaración de Bruselas.
El paso dado por la organización armada no dejó satisfecho a casi nadie. Se esperaba más. Por un lado, estaba la tardanza en adquirir un compromiso exigido medio año antes; por otro, el cese de "acciones ofensivas" no era el alto el fuego "permanente y completamente verificable" exigido por las personalidades internacionales. Un matiz que tardaría aún cuatro meses en llegar.
También en septiembre de 2010, el día 25 de aquel mes, se firmaba un documento que, con el tiempo, iba a jugar un papel capital en el devenir del proceso. Diversos agentes políticos, sindicales y sociales vascos, entre los que se encontraba la propia izquierda abertzale, se comprometían en el Acuerdo de Gernika con "un escenario de paz y soluciones democráticas" para Euskal Herria. Una declaración que serviría como punto de apoyo para que, más adelante, diversos colectivos diesen pasos en aras de profundizar en el proceso.
ENERO DE 2011
Alto al fuego "general, permanente y verificable"
Volviendo a ETA, tras un final de 2010 sumida en el silencio, la organización volvía a la primera plana de la actualidad en los primeros días de enero. El día diez de este mes, tres encapuchados anunciaban en nombre del grupo armado el alto al fuego "general, permanente y verificable" en un vídeo publicado por Gara. Esta vez sí, ETA respondía a las exigencias de la Declaración de Bruselas. Se había puesto la primera piedra.
En los meses siguientes, la actualidad política de la izquierda aber-tzale acaparó casi toda la atención. Con las elecciones forales y municipales del 22 de mayo a la vista, comenzaba la batalla por la legalización, contexto que daría pie a más movimientos de esta sensibilidad.
El 8 de febrero se presentaba Sortu, el partido con el que la izquierda abertzale pretendía concurrir al 22-M. Los estatutos de la nueva formación recogían el compromiso con las vías pacíficas: "Sortu ni justifica ni ampara la violencia, incluida la de ETA si la hubiere". Sin embargo, la aparente pulcritud de la nueva marca de la izquierda abertzale no fue suficiente para que los tribunales dieran luz verde a su concurrencia. El 24 de marzo, el Supremo prohibía su inscripción de Sortu en el registro de partidos.
El golpe recibido por las aspiraciones de la izquierda abertzale no descarriló el vagón de ETA. Apenas dos días después de la sentencia del Supremo, la organización armada hacía público otro comunicado, en el que aceptaba una verificación "informal" y pedía la formación de un grupo de verificadores internacionales.
La izquierda abertzale también se repuso del revés sufrido con Sortu, y el 3 de abril nacía una nueva opción política: Bildu, una coalición soberanista integrada por los partidos Eusko Alkartasuna, Alternatiba e independientes de la izquierda abertzale. El nuevo sujeto político encararía el tradicional vía crucis judicial para poder concurrir el 22-M.
ABRIL DE 2011
La única acción armada, "contra la voluntad" de ETA
Una semana después de la presentación de Bildu, ETA protagonizaba la única acción armada de todo el proceso: el 9 de abril, activistas de la organización y agentes de la Gendarmería francesa se enzarzaban en varios tiroteos; dos militantes serían detenidos. Fue una excepción, y así lo quiso destacar ETA en otra irrupción pública posterior. Una de las tantas que hizo durante la segunda quincena de abril.
El 16 de abril llegaba la primera por vía indirecta. El diario Gara publicaba un artículo del Zutabe, publicación interna de ETA, en el que la organización armada hablaba de "un compromiso claro de superar un ciclo completo caracterizado por la confrontación armada". Días más tarde, el 24 de abril, la organización armada publicaba su tradicional comunicado del Aberri Eguna, sin aportar ninguna novedad.
La mayoría de partidos valoraron negativamente la declaración, criticando especialmente la ausencia de menciones al tiroteo del 9 de abril. ETA corrigió posiciones un día después, con una nota enviada al diario Gara, donde se reafirmaba en el proceso iniciado y afirmaba que el intercambio de disparos había sido "contra su voluntad".
Al día siguiente, la patronal vasca y navarra anunciaban que habían recibido cartas de la organización armada, en la que les notificaban el fin del cobro del denominado impuesto revolucionario. El fin de la extorsión traía consigo el cierre de una de las principales fuentes de financiación de ETA, lo que ponía de relieve su compromiso con el camino emprendido.
MAYO DE 2011
"Victoria" en la batalla por la legalización
En mayo, el protagonismo se trasladaba, de nuevo, al ámbito político. La actividad pública de ETA volvía a sumirse en el letargo mientras Bildu se enfrentaba a la particular prueba del algodón planteada por los tribunales españoles. De entrada, la coalición soberanista recibió un revés: el Supremo impedía su concurrencia el 1 de mayo. Cuatro días después, sobre la bocina que decretaba el inicio de la campaña electoral, el Constitucional remendaba la decisión del Supremo y despejaba el camino de Bildu al 22-M. En las urnas, la izquierda abertzale lograba los mejores resultados de la historia: la sociedad refrendaba su apuesta por las vías pacíficas.
La organización armada no ofrecería su valoración sobre lo cosechado por Bildu en las urnas hasta mes y medio más tarde. El 13 de julio ETA volvía a irrumpir en la actualidad mediática para ratificar su alto al fuego y, respecto al 22-M, afirmar que los resultados suponían una victoria en la batalla por la legalización.
Esta vez, sin embargo, no hubo anuncio alguno el 31 de julio, fecha en la que se sitúa el nacimiento de ETA, y agosto volvió a ser un mes en el que reinó la quietud al menos en apariencia, ya que el 2 de agosto el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, hacía público que adelantaba las elecciones al Congreso de los diputados y al Senado al 20 de noviembre.
SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2011
El proceso se acelera
La decisión de adelantar los comicios no produjo reacción alguna a corto plazo en ETA, pero contribuyó a acelerar el proceso. A finales de septiembre, se desbocó por completo. El 25 de septiembre tenía lugar otro de los grandes hitos del proceso: el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) se adhería al Acuerdo de Gernika.
Días después, el 29 del mismo mes, se formaba la Comisión de Verificación del Alto al Fuego, formada por expertos internacionales en la materia. El 1 de octubre, se disuelve Ekin, el denominado "frente político" del grupo armado.
La propia ETA volvía a irrumpir con un nuevo comunicado el 2 de octubre. La organización, en su declaración, aceptaba la Comisión de Verificación del Alto al Fuego. El proceso era ya, a estas alturas, imparable, y avanzaba día a día a pasos agigantados.
17 DE OCTUBRE
La Declaración de Aiete
La semana pasada se empezaba a gestar la que sería la penúltima parada en el camino hacia la declaración de hoy: la Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en Euskal Herria. El acto tendría lugar en la Casa de la Paz de Aiete, y se fijaba para el lunes de esta semana. La participación en el foro de personalidades de la talla de Kofi Annan, Bertie Ahern o Pierre Joxe, entre otros, otorgaban trascendencia internacional al evento.
Al término del cónclave, las personalidades internacionales presentes dieron lectura a un documento: la Declaración de Aiete. Su primer punto exigía a ETA el cese definitivo de la actividad armada. Ayer, apenas tres días después, la organización armada respondía a la petición en un nuevo comunicado: afirmativo.