"Flexibilidad" en la política penitenciaria para "superar el ciclo terrorista". Patxi López imprimió ayer un sorprendente giro al inmovilismo demostrado hasta ahora frente a ETA para refrendar la pacificación en Euskadi.
Y lo hizo al término de su solitaria intervención matutina en el Pleno de Política General, la guinda de un discurso de dos horas en el que el líder del PSE combinó el llamamiento a las diputaciones para abordar de forma conjunta una reforma fiscal -y trasladar el debate al Parlamento Vasco- con abundante oratoria en torno a la crisis, el aplazamiento de los proyectos no urgentes y la necesidad de fomentar la creación de empleo, declaraciones de intenciones que quedaron diluidas frente al broche final.
Enclavada en un decálogo previsto para fomentar las "bases de la convivencia", la nueva visión de López que contempla el acercamiento de presos de la banda terrorista no casa con la sintonía PSE-PP que ambas formaciones han demostrado desde el inicio de la legislatura y que, en otras cosas, permitió al lehendakari acceder a este cargo. Por el contrario, el creciente protagonismo de los movimientos favorecedores del final del conflicto vasco encaja perfectamente en la estrategia diseñada por Ferraz como principal baza para retener La Moncloa o, al menos, impedir que la candidatura liderada por Mariano Rajoy alcance la mayoría absoluta en el Congreso.
Así, pese a ocupar una cuarta parte de su discurso, el desglose de puntos en la búsqueda de la pacificación removió las respuestas de la oposición en diferentes direcciones. Aralar y EA asumieron el giro emprendido por López, y valoraron positivamente este cambio, aunque criticaron que no haya llegado antes. Enfrente, la oposición del PNV, que sólo ve un enunciado "recurrente y con morbo" cuyo objetivo es "tapar" el resto de su intervención.
Tampoco comparten esta vía UPyD y el PP, aunque la contundencia a priori prevista en la respuesta de Antonio Basagoiti no fue tal. El presidente de los populares vascos se limitó a expresar que los movimientos deben corresponder de forma exclusiva a la banda armada, y no al resto de agentes.
Prefirió concentrar su énfasis en la propuesta a tres (PNV-PSE-PP) que acompaña a los populares desde las negociaciones postelectorales de mayo, con el temor de que el cambio hacia una política penitenciaria más flexible auspiciado por López acaparase el protagonismo único de la cita plenaria, según asumieron fuentes de este partido.
En principio, así fue en los pasillos de la Cámara vasca, donde el golpe de efecto del lehendakari corría de boca en boca. El dirigente socialista quiso dejar patente en posteriores intervenciones que las medidas "flexibles" por las que aboga deben estar ligadas a la lucha por el cese definitivo de la actividad terrorista. Porque López está convencido de que el conflicto vasco concluirá con vencedores y vencidos, con "ETA derrotada" y "el triunfo democrático", como explicitó desde la tribuna.
Al margen del debate Gobierno-oposión, el PNV también se dirigió por boca de su portavoz, Joseba Egibar, a la izquierda abertzale para instar a los defensores de esta corriente ideológica a asumir su responsabilidades históricas y completar un "repaso crítico" de su historia. Asimismo, el dirigente jeltzale aseguró que este partido estará dispuesto a hablar "con todos" para generar un escenario que concluya con la consecución de la paz.