vitoria. La postura de Bildu frente a las víctimas del terrorismo ha enardecido los ánimos en el seno del Gobierno Vasco pero no hasta el punto de forzar una moción de censura contra la coalición abertzale que sin el apoyo del PNV perecería sin éxito en la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia, instituciones ambas donde la terna formada por independientes, Eusko Alkartasuna y Alternatiba gobierna en minoría.

"No es el momento todavía", destacaron ayer fuentes del Gabinete López a este periódico al ser cuestionadas por la posibilidad que puso sobre la mesa el presidente del Senado y destacado dirigente del socialismo alavés, Javier Rojo, si Bildu no cambia de comportamiento frente a los damnificados por el terrorismo. La advertencia de Rojo recogida en las páginas del diario El País gira las miradas hacia el cordial saludo del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, a los familiares de los presos de ETA en Loiola y, sobre todo, a sus manifestaciones del pasado viernes al calificar de "más que un error" los atentados cometidos por esta banda terrorista contra la población catalana, sin incluir en este mismo saco de condena a las demás víctimas de los activistas ni su acciones restantes.

Estas mismas fuentes destacaron que el resorte que supone la moción de censura sólo debe ser utilizado en casos "extremadamente graves" o cuando existe una "reiteración" en una actuación considerada negativa de un gobierno o alguno de sus responsables. "Tiene que haber algo más de lo que existe ahora", sentencian desde el Ejecutivo.

Esta discrepancia en los pasos a seguir con respecto a la fórmula esgrimida por el presidente del Senado no oculta la concordancia en el sentir que la postura de Garitano ha originado en el seno de la familia socialista tanto en Euskadi como en Madrid. Prueba de ello, el lehendakari hacia uso ayer de su blog para trasladar sus críticas a "la antigua gente de Batasuna que ahora se ha agrupado en la coalición Bildu". Bajo el título Demócratas a media jornada, Patxi López elogia la defensa de los principios democráticos como principal arma frente al "chantaje terrorista" y defiende que la coalición abertzale es legal además de por el plácet de los tribunales, "porque han perdido su batalla". Y mientras, en Madrid, el candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reafirmaba su sintonía con el Ejecutivo vasco, en este caso con el consejero Ares, al compartir los adjetivos "intolerables y obscenas" a la hora de calificar las selectivas palabras de Garitano sobre los atentados de ETA. Ambos también coincidieron en interpretar que la reflexión del dirigente abertzale supone "tanto como decir que fue un error que se cometieran asesinatos en Cataluña pero no fue un error que se cometieran asesinatos en Euskadi, en el resto de España, en Francia o en otros lugares".

Rubalcaba rehusó pronunciarse sobre la posibilidad de recurrir a una moción de censura para retirar a Bildu de las instituciones, después de que el propio Ejecutivo español haya asumido, ante la presión del PP, que la vía judicial para acometer este mismo objetivo no presenta garantías de éxito. Preguntado por la posiblidad planteada por Rojo, el dirigente socialista optó por dejar la respuesta a esta decisión en manos del Gobierno Vasco y el PSE.

Sí recogieron con celeridad el guante lanzado por el presidente de la Cámara alta en las filas populares, donde su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que este partido apoyará cualquier iniciativa para sacar a Bildu de las instituciones, una línea que siguen a pies juntillas sus compañeros de partido en Euskadi.

oferta de pacto del pse Aparcada una herramienta política como la moción de censura, el PSE prefiere recurrir a otra, a la unión de fuerzas, para desactivar los gobiernos de Bildu. Ésta es la oferta propuesta ayer por el portavoz de este partido en Donostia, Ernesto Gasco, una iniciativa que retrotrae a la actualidad política la entente entre socialistas, jeltzales y populares que los socios por el cambio buscaron en el escenario negociador postelectoral.

Ante el supuesto detonante de esta iniciativa, la posición de Bildu frente a las víctimas, el PNV comparte que las palabras de Garitano fueron "profundamente desafotunadas" hasta el punto de haber solicitado la comparecencia del dirigente abertzale en las Juntas. Aún así, la posición jeltzale ante un supuesto ámbito negociador sigue invariablemente ceñida a los márgenes puestos sobre la mesa tras el 22-M, con el respeto a la lista más votada.

Por otro lado, fuentes fiscales aseguraron que la Fiscalía de la Audiencia Nacional vigilará a Garitano por si pudiera incurrir en un delito de enaltecimiento del terrorismo con sus declaraciones.