El Cairo. El régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, dirigió ayer su brutal ofensiva contra la ciudad costera de Latakia y continuó con la represión de los opositores en la provincia de Homs, ajeno al incesante goteo de víctimas. Los disparos de las fuerzas de seguridad causaron ayer la muerte de al menos dos personas en la provincia de Homs (centro), de un joven de 17 años en el barrio Al Raml de Latakia (noroeste) y de un hombre en Hama (centro), según el portavoz de los Comités de Coordinación Local, Omar Edelbe. La ofensiva contra el barrio Al Raml de Latakia, escenario de grandes protestas contra el régimen de Al Assad, comenzó a primera hora de la mañana con el despliegue de una veintena de tanques y vehículos blindados.

Las fuerzas de seguridad, según Edelbe, dispararon "indiscriminadamente", efectuaron una amplia campaña de detenciones y destruyeron numerosas tiendas. Mientras los Comités identificaron a un muerto en este barrio, donde las comunicaciones telefónicas y de internet han sido cortadas, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra de víctimas a dos. En un comunicado, el presidente de esta organización, Rami Abdul Rahman, denunció que el temor a que las tropas irrumpieran de modo violento en la ciudad forzó un gran desplazamiento de la población.

También en algunos barrios vecinos, como Saliba, donde se celebraron marchas de apoyo a los habitantes de Al Raml, se escucharon intensos disparos y ruidos de explosiones, y más de 70 personas fueron detenidas. Edelbe denunció una vasta campaña de arrestos de opositores en las localidades de Duma (Rif Damasco), Manbesh (Alepo) y Sermin (Idleb), entre otras. "En las últimas 48 horas hemos identificado a más de 600 detenidos, pero hay más", se lamentó el activista. Junto a las detenciones, la represión del Ejército en Duma y Sermin causó numerosos heridos, según los Comités.