Vitoria. Ramón Jáuregui está demostrando por qué José Luis Rodríguez Zapatero le nombró ministro de la Presidencia. Primero ayudó a apuntalar los puentes por los que transitó el apoyo del PNV que salvó los Presupuestos del Ejecutivo, alabando la responsabilidad de los jeltzales, y ahora se ha puesto el buzo y combate sin tregua los rumores que barajan un adelanto electoral que es competencia exclusiva precisamente del presidente. Tanto en Madrid como en Euskadi.

"Unas elecciones anticipadas serían lo peor para España", respondía ayer desde los micrófonos de Radio Euskadi, asegurando que el Ejecutivo del que forma parte ni siquiera "contempla" ese escenario, lo que dejaría la cita con las urnas fijada en el próximo mes de marzo.

Para Jáuregui, el tan traído y llevado adelanto electoral sólo serviría para añadir "incertidumbre y tensión" a una situación económica que precisa de estabilidad y certezas, si bien es inevitable pensar que también restaría tiempo al candidato Rubalcaba para tratar de recortar el abismo que le separa de la intención de voto que ahora acaricia el PP.

Quizá metido en esa clave, lanzando mensajes de los que anuncian la larga e intensa campaña que se cierne sobre la escena política estatal, Jáuregui se preocupó de dejar también un recado en la conciencia de los electores poniendo en duda las recetas que la formación que lidera Mariano Rajoy podría activar para luchar contra la crisis. "Está demasiado instalada, injustamente", matizó, la idea de que "un cambio de Gobierno en España vaya a resolver la crisis". "No sé por qué se atribuye a Rajoy unas capacidades de intervención sobre la economía que no ha demostrado". "Durante estos últimos años, el PP no ha dicho nunca cuáles son sus propuestas para afrontar la crisis", y cuando ha habido que hacer "cosas muy serias, que España tenía que hacer sí o sí, el PP siempre le ha dado la vuelta y se ha quedado a las puertas y ha dicho que no", remató, zanjando así su particular dibujo de la situación.

López, también "cuatro años" Mirando ya a Euskadi, el ministro mantuvo la misma línea preguntado sobre si los continuos suspensos que recibe la gestión de Patxi López de manos de los ciudadanos vascos deberían precipitar que se examine ante las urnas; especialmente tras el castigo que sufrió el 22-M. "Ese Gobierno también va a durar cuatro años", se limitó a responder, convencido de que el PP vasco no le retirará el apoyo que le sostiene pese al pulso que ya mantienen ambos partidos en Madrid ya que, según afirmó, su pacto en Euskadi "tiene otros fundamentos" que hacen que, "al margen de lo que ocurra en España, ese equilibrio" no vaya a "alterarse".

Acto seguido, el propio Antonio Basagoiti confirmó las palabras de Jáuregui confirmando a la agencia Efe que no dejará caer a López. La llegada de Rajoy a La Moncloa "no influirá en nada" al pacto con el PSE, aseguró. De hecho, dejó caer una vez más, con toda su intención, que al actual inquilino de Ajuria Enea "quizá le vaya mejor con Rajoy de presidente, porque ya ha podido comprobar cómo Zapatero le vende por un plato de lentejas; el plato que le da el PNV", dijo recuperando así la crítica con la que azota de cuando en cuando a su socio preferente utilizando los traspasos acordados entre socialistas y jeltzales en las negociaciones presupuestarias.

Sin embargo, como en política todo depende del cristal con el que se mire, donde Jáuregui vio "lo peor" en un adelanto electoral, Basagoiti encontró "el mayor favor que puede hacer a España Zapatero" porque, a su juicio, el actual es "un Gobierno en decadencia, en los minutos de la basura", sin ambición ni fuerza para emprender lo que definió como "las reformas necesarias".

El PP marca a Bildu Pero Basagoiti no se olvidó de la coalición soberanista tampoco ayer. Pensando en las próximas elecciones, advirtió al PNV de que Bildu podría convertirse en la fuerza más votada por los vascos, lo que le convertiría en el "segundo plato" nacionalista. Y, en este sentido, volvió a ofrecerle su mano -"si optase por la moderación"- para colaborar en defensa de los "proyectos estratégicos" de Euskadi. "Para que ningún Gobierno pueda ponerlos en riesgo", dijo, antes de añadir a continuación que el actual diputado general de Gipuzkoa, el soberanista Martin Garitano, "a lo mejor prefiere los carros de bueyes al TAV".

Sea como sea, Basagoiti reiteró que su partido seguirá con lupa los pasos de Bildu e insistió en que, si el PP lega a La Moncloa y la coalición "no se separa de ETA", terminará yéndose "a la calle", aunque no explicó cómo buscaría esta ilegalización.