vitoria. Miles de personas abarrotaron ayer el paseo donostiarra de La Concha para pedir que terminen los "juicios políticos" como el que esta semana ha sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional a los presuntos responsables de Bateragune; el órgano con el que la Fiscalía sostiene que los acusados, con Arnaldo Otegi a la cabeza, intentaban reconstruir la ilegalizada Batasuna saltándose la prohibición de la Justicia española por orden de ETA.

La marcha partió pocos minutos antes de las seis de la tarde tras una pancarta sostenida por personalidades de diferentes colores políticos, en un intento por reflejar la pluralidad de la demanda que se escondía tras el lema de la convocatoria: Epaiketa politikorik ez. Aterabideak aurrera (No a los juicios políticos. Adelante con las soluciones). Entre ellos, destacaba la presencia del ex coordinador general de Ezker Batua, Javier Madrazo o Jesús Uzkudun, de Comisiones Obreras, que engrosaron el abanico de apoyos que completaban el coordinador de Lokarri, Paul Rios, la exdirectora de Emakunde Txaro Arteaga, el exalcalde de San Sebastián Ramón Labaien, del PNV, o el profesor de la Universidad del País Vasco Ramón Zallo. Junto a ellos se dieron también cita representantes del ámbito político como Patxi Zabaleta, que abanderó la representación de Aralar, y la plana mayor de los partidos y sensibilidades que integran Bildu, así como algunos de los imputados, entre ellos el ex dirigente de LAB, Rafa Díez Usabiaga, Amaia Esnal y Mañel Serra, los únicos que se encuentran en libertad.

ni represión ni eta El mensaje era claro: este tipo de juicios deben pasar a formar parte del pasado. Más si cabe ahora que "en el escenario político vasco se han dado cambios profundos para superar la violencia política", impulsados en buena medida precisamente por quienes ahora están encausados en el proceso Bateragune. "Todo el mundo lo sabe aquí, hace falta también que llegue a las instancias judiciales españolas". Así al menos lo explicaban los convocantes de esta manifestación en el comunicado que cerró la misma, en el que también tuvieron lugar apelaciones que superaban el ámbito de la justicia para llegar incluso hasta la propia ETA. "Queremos el respeto efectivo a los derechos civiles y políticos(...). No queremos políticas represivas de los Estados español y francés contra nuestro país, no queremos la violencia de ETA, en general no queremos violencia política de ningún tipo, queremos paz", explicaron sus portavoces, que además subrayaron que lo que suceda en este juicio puede marcar un importante "precedente" de cara al futuro de procesos como el que luego afrontará Sortu. "Debería ser imposible otra sentencia que no fuera la absolución", concluyeron sobre el futuro de los imputados en el caso Bateragune.

emplazamiento a López Desde el ámbito político, Txelui Moreno elevó el emplazamiento también al lehendakari López. Después de que éste apuntara su intención de implicarse en la búsqueda de la paz a la vuelta del verano -una iniciativa ante la que se confesó "expectante"- el dirigente de la izquierda abertzale le instó a pedir públicamente el "cese de la persecución por motivos políticos contra los militantes independentistas" y a defender "una solución integral" al conflicto vasco. "Que diga que se han acabado ya los macrosumarios y que se ha acabado, de una vez por todas, la persecución a las ideas políticas en Euskal Herria", añadió.

En esta línea, Patxi Zabaleta expresó su deseo de que no se vuelvan a vivir procesos de este tipo, que el líder de Alternatiba, Oskar Matute tildó de "sinsentido" y el parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, criticó por buscar sólo "poner trabas" a un impulso político que, en todo caso, "no tiene vuelta atrás".