Donostia. Se le vio emocionado cuando recibió la makila
A cualquier ciudadano le emociona que le elijan para gobernar su tierra. Un punto de emoción, sí, además estaban mis padres… ¿En qué piensa uno? Pues en que ha asumido una responsabilidad que, por otra parte, ha buscado. El peso de la responsabilidad asumida.
¿Cuál es el primer punto en la agenda de trabajo?
Iniciar el traspaso de poderes de una forma ordenada. Hemos encontrado una disposición excelente por parte de Markel Olano y su equipo para que tanto mis colaboradores y yo como el resto de diputados vayamos haciéndonos cargo de las tareas que están en marcha y de las tareas ordinarias. Luego, en nuestro orden de prioridades, está el abordar las bases sobre las que trabajará esta institución: la participación ciudadana y garantizar el bienestar de la sociedad guipuzcoana.
Uno de los aspectos centrales será la crisis. ¿Cómo la afrontan?
La pérdida de recaudación por parte de la Hacienda es un handicap importante a la hora de hacer políticas activas. Comprobamos que hoy mismo (por el viernes) Patxi López ha propuesto modificar al alza la fiscalidad. Tenemos medidas concretas que se refieren a la restitución del Impuesto de Patrimonio y el alza del de Sociedades o del IRPF de los tramos más altos para recaudar más y después, repartir mejor. Hablamos de potenciar las ayudas a pequeñas y medianas empresas y autónomos, los sectores más dinámicos de la economía. Es la puerta de salida de la crisis: no hay varitas mágicas. Es difícil que quienes han gobernado mientras se gestaba esta crisis pavorosa y no se percataron nos critiquen de falta de capacidad.
Hubo junteros que mostraron temor por que Bildu paralice Gipuzkoa.
Sí, y hoy ha sido Patxi López quien ha llamado a la sensatez al resto para que bloqueen las iniciativas de Bildu. No venimos a bloquear, sino a dejar en marcha las cosas que están bien y a poner sobre la mesa otras que se hacen mal o no se hacen actualmente. Lo que esté bien en esta casa (por el palacio foral) no lo vamos a cambiar, sino que contribuiremos a que sigan.
¿Qué cosas funcionan?
Hay un funcionamiento ordinario que creemos bueno, pero hay que estar más cerca de la gente. No queremos hacer una crítica global ni sectorial al gobierno anterior, pero queremos implementar nuestra forma de hacer las cosas, que no pasa por descalificar a lo de otros. No hemos venido a levantar alfombras ni a hacer periodismo de investigación. Hemos venido a hacer política.
Desde el 22-M también ha habido quien se ha mostrado preocupado por la cantidad de información sensible de la que va a disponer el nuevo gobierno.
¿Qué es información sensible? Es que no queremos que haya expedientes delicados. Queremos que los expedientes sean observados por los técnicos y que tomen las medidas que tengan que tomar en aplicación de la normativa vigente. No entendemos que haya expedientes sensibles, ¿porque por qué es sensible un expediente y no el de un trabajador que cobra su nómina, paga su IRPF puntualmente y le llega la declaración de la Renta hecha? No entendemos que deba haber diferencias en ese sentido. Si alguien mantiene ese tipo de relaciones con la Diputación, me parece normal y me parece bien que esté nervioso.
Patxi López ya ha dicho que se reunirá durante un día con los diputados generales. ¿Espera algo concreto o una primera toma de contacto?
Supongo que será una primera toma de contacto entre cuatro personas. Conozco a José Luis Bilbao y a Xabier Agirre, pero no he trabajado nunca con ellos, como tampoco con López. Será más una toma de contacto para establecer una metodología de cruzar propuestas que cuantificar desde el ámbito técnico.
La pacificación y la normalización estuvieron muy presentes en la sesión de investidura. PNV, PSE y PP le pidieron que exigiera a ETA expresamente su desaparición.
No me gusta la forma de hacer política en la que alguien exige no se sabe con qué autoridad moral a otro que haga lo que él quiere. En relación a la violencia, y no me voy a cansar de decirlo, firmamos la Declaración de Gernika. Está ahí y quien quiera la leerá y quien no, será porque no tiene interés en conocer nuestra posición, por lo que huelga la pregunta. También está el documento firmado por todos los candidatos de Bildu ante las juntas electorales, el Tribunal Supremo y el Constitucional, en el que rechazamos de forma expresa el uso de la violencia política para obtener fines políticos. También manifestamos nuestra actitud proactiva para evitar que ese tipo de hechos se produzcan. Esto es una posición determinada, concisa y concreta, además de sincera. A partir de ahí, no vamos a entrar en el juego de la insatisfacción permanente.
En su discurso defendió "darle al conflicto una salida en la que ganemos todos". ¿Cómo se logra?
Hace mucho tiempo, un reputado economista me dijo que un negocio es negocio si ganan las dos partes. No entendemos el proceso de normalización política en Euskal Herria en términos de victoria o derrota. Queremos construir una Euskal Herria, no una arcadia feliz, que no se caricaturice. Queremos una sociedad vasca en la que nadie lleve escolta, en la que el portavoz del PP, Juan Carlos Cano, pudiera vivir tan relajado como pudiera vivir yo ese día. Sufrimiento, tensión o acoso hay por todas partes. Hay mucha más gente que es víctima de la que dice ser víctima. Queremos superar esa situación y que para llegar a gobernar Gipuzkoa solo hagan falta los votos de los ciudadanos, no una especie de examen inquisitorial según el cual usted no está autorizado moralmente y yo sí, porque puede ser un juego de espejos.
Llegar a ese punto supone un acuerdo entre diferentes en el que todos tendrán que ceder.
Hablas de un proceso de negociación y nosotros no creemos que lo sea. Se trata de desarrollar un proceso de normalización en el que participen todos los partidos y la sociedad, en el que pongamos las bases para que los Estados español y francés admitan que existe un pueblo, el vasco, que aparece en la Enciclopedia Británica definido hasta geográficamente desde tiempos de Estrabón y que tiene sus derechos y obligaciones. Entre los primeros, el de conformar una comunidad política. No se puede hacer a la fuerza, pero tampoco se puede negar a la fuerza. Ni los independentistas podemos imponer un Estado independiente si no somos mayoritarios ni los Estados español y francés nos pueden negar acceder a eso. Ganamos todos: unos más, porque habrán convencido a más gente, y otros menos. Que nos dejen el derecho a perder.
¿Está la paz más cerca con Garitano como diputado general que si lo hubiera sido Olano, Romero o Cano?
No lo relacionaría. No condicionamos ese proceso de normalización y paz a que gobernemos. Cuando anunciamos que votaríamos a Agirre en Álava para evitar que el PP, un freno para el proceso, gobernara, no estaba relacionado con que el PNV nos apoyara en Gipuzkoa. De hecho, ha intentado gobernar en Gipuzkoa, algo que me parece legítimo porque no condicionamos lo uno a lo otro. Es bueno que el PP no gobierne en Euskal Herria mientras sea una traba para ese proceso político en el que nos hemos embarcado. Si no lo fuera, no haríamos esto. Es bueno que esté Agirre y no el PP. ¿Nos pone más cerca de la paz? Que esté Martin Garitano y su equipo en sí mismo no nos acerca a la paz. No tengo varita mágica, pero desde luego que no nos aleja. Tenlo seguro.
Parece queel Partido Popular ganarán las próximas generales. ¿Se entorpecerá el proceso del que habla?
Veremos cuál es la ciaboga que todo el mundo va a tener que dar en este país en menos tiempo del que algunos se creen.
Una de las primeras decisiones a las que se enfrenta es conformar el Gobierno. ¿Lo tiene cerrado?
Es una tarea que está bastante avanzada, pero por razones de operatividad y porque cada uno en su ámbito laboral debe comunicar la decisión, no podemos hacer que nadie se entere por la prensa del nombramiento de un compañero o un jefe.
¿Cuál va a ser la principal novedad?
Se restringirá el número de diputados, habrá una remodelación de la estructura del gobierno, aunque no quiero hablar del anterior en términos críticos, pero creo que vamos a aportar frescura e ilusión. Tenemos una experiencia: cuando ha habido corporaciones abertzales y de izquierdas, la gestión ha sido impecable, de tal suerte que ha repetido en casi todos.
El lunes también arranca el juicio del 'caso Bateragune' en la Audiencia Nacional al que, por lo que dice, tampoco podrá acudir.
No. Llevé ayer (por el jueves) en la solapa el número (de recluso) de Arnaldo Otegi y mi posición y la de Bildu están claras: Sortu debe ser legalizado y Arnaldo Otegi y sus compañeros deben estar en la calle como el resto de presos políticos.