Bilbao. El pasado viernes, el parlamentario del PNV Mikel Martinez acusó al consejero de Interior, Rodolfo Ares, de "tocar fondo" con su decisión de suspender el Día de la Ertzaintza por el boicot de los sindicatos. Ayer, la conflictividad en el seno del Departamento subió un peldaño más al hacerse efectiva la destitución de uno de sus altos cargos, el viceconsejero de Administración y Servicios Ernesto Martínez de la Hidalga. La inestabilidad en la consejería, con continuos cambios en su organigrama, alcanza así a los más directos colaboradores de Ares. Fuentes consultadas por este periódico sitúan también fuera al viceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, lo que supondría el final del ciclo del núcleo duro de Interior cuando apenas se ha traspasado el ecuador de la legislatura.
De la Hidalga se incorporó al equipo de Rodolfo Ares con el objetivo específico de encargarse de la relación con los sindicatos de la Ertzaintza. Su salida supone la confirmación de su fracaso a la hora de acometer esta tarea, con las negociaciones rotas y las centrales en pie de guerra contra la gestión del Departamento. "Lo único que ha conseguido es unir a los sindicatos", afirmó un portavoz de ESAN a este periódico en referencia a la unidad de acción que comparten con ErNE, Sipe y Euspel.
Otro de los motivos de la elección de De la Hidalga fue la labor que realizaba hasta la llegada del Ejecutivo socialista, ya que como abogado de la central mayoritaria ErNE se había convertido en el azote de los anteriores Departamentos liderados por Javier Balza, logrando varias victorias judiciales en su contra. Como curiosidad, algunas de dichas sentencias le han llegado rebotadas y han condicionado su labor como viceconsejero.
Su incorporación a la consejería de Ares tuvo como consecuencia añadida que ErNE sufriera no pocas acusaciones de connivencia con los nuevos gestores de Interior. Los responsables del sindicato han alegado siempre que el letrado tan solo era un trabajador a sueldo de la central -ni siquiera estaba afiliado a la misma, ya que no es er-tzaina, sino a CCOO-. Tras las elecciones sindicales del pasado octubre, ErNE se ha convertido en el mayor azote del Departamento, liderando la unidad de acción de las cuatro centrales profesionales.
El cese de Ernesto Martínez de la Hidalga, cuyo destino será la empresa privada, fue acordado en el Consejo de Gobierno celebrado ayer. En la rueda de prensa posterior, la portavoz del Gabinete López, Idoia Mendia, negó que esta decisión se deba a un desencuentro con el consejero de Interior o a expresiones del conflicto sindical como la desconvocatoria del Día de la Er-tzaintza. "No creo que el cese haya sido debido a desavenencias de ningún tipo y mucho menos a circunstancias puntuales de una semana. Son decisiones que se maduran y piensan en el tiempo, no surgen a bote pronto", afirmó. Agregó que la destitución "ha sido a petición de Ernesto Martínez de la Hidalga por razones personales. Escribió al consejero una carta para solicitarle por escrito su deseo de terminar su andadura en el Departamento".
La realidad es que el hasta ahora viceconsejero de Administración y Servicios había perdido buena parte de su protagonismo en los últimos meses. "Ya no pintaba nada", aseguran fuentes sindicales. El golpe de gracia llegó con el nombramiento de José María Echegaray Fernández como nuevo director de Recursos Humanos. Viceconsejero del Gobierno Vasco entre 1995 y 1998 durante la etapa de Ramón Jáuregui como titular de Justicia, Trabajo y Seguridad Social, Echegaray -uno de los hombres fuertes de Ares junto al director de Infraestructuras, Joseba Bilbao-, asumió el peso del diálogo con los sindicatos. El mismo no ha mejorado y se encuentra actualmente estancado.
Fuentes de ErNE situaban ayer la caída en desgracia de De la Hidalga en una fecha muy temprana. "La anulación, vía decreto, del artículo 11 del convenio laboral supuso un punto de inflexión, desde entonces tuvimos claro que ya no teníamos nada que negociar con él porque sus formas y modos no son los adecuados", afirmaban. Dicho decretazo tuvo lugar el 2 de febrero del año pasado y supuso el final abrupto de una de las primeras polémicas entre Interior y los sindicatos, referida a las indemnizaciones por las prejubilaciones que la consejería pretendía suprimir -tal y como hizo- tras aprobarse el retiro anticipado de los ertzainas.
ELA centró el foco en el consejero de Interior, al que acusó de "esconderse tras ceses que pretenden ocultar su incapacidad para resolver una problemática que él mismo ha generado". Tras instar a Ares a dimitir, insistió en que la sustitución de De la Hidalga "es una pantalla que pretende desviar una responsabilidad exclusiva que el señor Ares se niega a sumir". ESAN subrayó la "incapacidad e inoperancia" del sustituido y consideró su cese como "un logro sindical".
En el Consejo de Gobierno de ayer también se designó a la que ocupará la viceconsejería que ha quedado vacante. Se trata de Nélida Santos Díaz, hasta ahora directora de Gestión Económica e Infraestructuras, que concurrió en las recientes elecciones municipales como número cuatro del PSE en la lista que presentaron en Alonsotegi. En este caso, no fue elegida.