Vitoria. Gipuzkoa y Álava son el objeto de deseo ante la incertidumbre del desenlace que puedan tener las posibles alianzas postelectorales. Y los partidos, una vez culminado el análisis de los resultados en las urnas, comienzan a adoptar posiciones. En la antesala de la negociación cara a cara, socialistas y populares tomaron ayer la iniciativa para lanzar sendos llamamientos al PNV, vencedor global en las urnas pero segunda fuerza tanto en el territorio alavés como en el guipuzcoano, con el explícito objetivo de sumar para garantizar la estabilidad de la instituciones y, de paso, dejar a Bildu lo más alejado posible de las cuotas de poder.
El acuerdo "global", al que se refirió el lehendakari, Patxi López, en su primera intervención pública tras los comicios del domingo, trata de evitar que se produzcan alianzas puntuales que escapen al control de los tres partidos mayoritarios en la escena política vasca -hasta la irrupción de la coalición abertzale- y permite apaciguar cualquier motín de su socio preferente. Además, es una medida de presión hacia la bancada jeltzale, como han dejado patente desde las filas socialistas al situar la pelota en el tejado de Sabin Etxea.
Y es que ante este emplazamiento PSE y PP han descubierto gran parte de sus cartas, por lo que la respuesta que obtengan desde el PNV determinará la futura composición de las instituciones forales. De momento, los jeltzales se limitan a recordar al presidente del Gobierno que este partido "no tiene alianzas que le comprometan a mantenerle" en La Moncloa e invitan a José Luis Rodríguez Zapatero a que reflexione sobre cómo va a terminar la legislatura si no logra apoyos que equilibren la creciente presión de la bancada popular para adelantar las elecciones generales.
La baza jeltzale en Madrid no pasa desapercibida para sus dirigentes territoriales, que en el caso de Álava ven "un margen más abierto" que hace cuatro años para que Xabier Agirre repita al frente de la Diputación. Entonces el PNV recibió el apoyo de Aralar y Eusko Alkartasuna, con quienes formó gobierno a pesar de que ambos abandonaron el ejecutivo antes de que concluyera la legislatura.
La visión del ABB La lectura optimista que expuso el presidente del Araba Buru Batzar, Iñaki Gerenabarrena, en Radio Vitoria deja entrever que las posibilidades del PNV no se limitan a los socialistas, con quienes lograrían imponerse en segunda vuelta al no requerir de mayoría absoluta. La otra alternativa para los jeltzales reside en los once escaños obtenidos por Bildu, una opción que al igual que la anterior dependerá de las estrategias globales que las ejecutivas de ambas formaciones alcancen en el ámbito vasco.
Las reuniones en las sedes peneuvistas buscan deshojar la margarita. Después de que el Euskadi Buru Batzar abordara por primera vez el lunes el abanico de compañeros de viaje, la Ejecutiva alavesa mantuvo ayer un encuentro cuyas conclusiones serán debatidas hoy mismo en Bilbao, en una nueva reunión del EBB, esta vez de carácter extraordinario.
El cuarto en discordia, Bildu, la fuerza más votada en Gipuzkoa y la tercera en el territorio alavés, sabe que no las tiene todas consigo para gobernar a pesar de los espectaculares resultados obtenidos en las urnas. A modo de aviso a navegantes, el número uno de la coalición en el territorio guipuzcoano, Martin Garitano, valoraba ayer en una entrevista concedida a este periódico que sería "muy difícil de entender un pacto para desalojar a la fuerza más votada".
La oferta electoral de la coalición ofrece una visión muy semejante a los ojos de socialistas y populares. Ambos se cierran en banda a negociar con Bildu y mientras el PSE asegura que esta alternativa "no da la solvencia necesaria" y advierte de que "podría paralizar el progreso", el PP rechaza dejar cualquier institución "al pairo de los más radicales de este país", una férrea negativa que suman "al futuro de incertidumbre" que, a su juicio, vislumbran los empresarios ante un supuesto Gobierno encabezado por estas formaciones.
De momento, Bildu niega que haya mantenido ningún encuentro con las demás fuerzas, pero ultiman ya las reuniones que se celebrarán en los próximos días.