Vitoria. "Vamos a intentar donde estemos -oposición o gobierno- con toda el alma no defraudaros". El diputado general en funciones, el jeltzale Xabier Agirre, resumía ayer de esta forma sus sensaciones tras las pasadas elecciones municipales y forales. La entrada en el blog de Agirre resume en buena medida el papel del PNV en estos comicios. Quizá los resultados no han sido los esperados, pero el dirigente nacionalista también anuncia batalla: "Ahora toca diálogo y acuerdo para dotar de estabilidad a la Diputación".
El futuro del palacio de la provincia, pese a la nueva victoria del PP -16 junteros-, aún no está claro. Hace cuatro años, el PNV fue la tercera fuerza más votada y acabó al frente del Gobierno foral con el apoyo de EA y Aralar. Ahora, con sus trece procuradores, le toca buscar lo mismo con Bildu y EB. Nadie asegura aún nada. Y, pese a que De Andrés aspirará a convertirse en diputado general, los populares todavía no tienen claro si podrán conseguirlo. Cada voto resultará vital en el pleno de investidura, de ahí que la posibilidad de que el PNV logre su decimocuarto juntero en el recuento de mañana sea clave.
En el Ayuntamiento de Vitoria, mientras, el PNV repetirá con seis concejales, que le convierten en segunda fuerza política tras el PP y seguido de cerca por PSE y Bildu. El resultado, aunque alejado de la victoria, tampoco es una dura derrota. No en vano, el grupo jeltzale ha pasado por tres portavoces municipales -Mikel Martínez, Malentxo Arruabarrena e Iñaki Prusilla- durante la pasada legislatura y un sorprendente proceso de selección de candidato, ha estrenado un joven líder que aún puede foguearse en la Casa Consistorial -Gorka Urtaran- y ha tenido que lidiar con el complicado caso De Miguel que le ha situado en el centro de las críticas del resto de los grupos.
En términos generales en Álava, el PNV se presenta también como segunda fuerza -22,46% de los votos-, tras el PP -25,34%- y seguida de cerca por Bildu -20,68%-. La irrupción de la coalición y el descalabro socialista -16,22%- dejan por tanto a la formación jeltzale en una posición intermedia a la hora de hacer balance, pero incómoda para quien está habituado a situarse al frente de las instituciones. En la zona rural, en cualquier caso, su dominio vuelve a ser claro. No en vano, el PNV suma mayoría absoluta en 16 municipios. Más que el resto de las formaciones juntas. Además, cuenta con mayoría simple en otros nueve ayuntamientos y, en definitiva, es el grupo que contará con más concejales repartidos por Álava, con 161. El podio lo completan Bildu -105- y el PP -82-.
Y, mientras en Álava los resultados dejan varias lecturas, en Bizkaia está claro que el PNV ha salvado los muebles. Repite éxito en el Ayuntamiento de Bilbao y en la Diputación. Y en Gipuzkoa han soportado mejor que el PSE el huracán de Bildu. Unos resultados que, en general y como apuntó Agirre durante la noche electoral, hay que recibir con humildad y responsabilidad. Ahora al PNV sólo le queda garantizar "trabajo, trabajo y trabajo".