Vitoria. Recta final de campaña. Superado el siempre crítico fin de semana de las encuestas, estos cinco días que quedan por delante servirán a los partidos para intentar recomponer las perspectivas o consolidarlas. A siete días de la cita con las urnas, el escenario que perfilan los sondeos publicados relativos a Álava avanzan una caída más o menos acusada de los socialistas, un pequeño avance de los jeltzales, un nicho electoral consolidado de los populares y una irrupción de Bildu que, si bien logra unos magníficos resultados que pueden arrasar con la representación de partidos como EB o Aralar, no consigue emular la gran referencia electoral de la izquierda abertzale histórica, la de Euskal Herritarrok en 1999.

Así las cosas, ayer comenzó a percibirse el efecto de estos apuntes en los discursos de candidatos y líderes de los partidos. Especialmente llamativo, por ejemplo, resultó el aviso a navegantes lanzado ayer por el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, en Llodio: el "liderazgo" del PP será un requisito para los pactos postelectorales. Viendo el dibujo que han hecho las encuestas electorales en Diputación alavesa y Ayuntamiento gasteiztarra, el recado a los socialistas es claro, teniendo en cuenta que los sondeos coinciden en que en ambos casos el PSE puede quedar por detrás de los populares... y que en ambas instituciones la suma de ambas siglas les permitiría gobernar con mayoría absoluta.

Los socialistas parecen pagar el mismo peaje Zapatero que se le predice al PSOE en el Estado, con el gravamen extra que se le prevé al actual alcalde, Patxi Lazcoz. "Como un huevo kinder", decía ayer en el mitin celebrado en el Europa, la sorpresa vendrá el domingo, aseguraba. Puede ser cierto. Quizá en este momento ese fenómeno del voto oculto que ha acompañado tradicionalmente al PP haya migrado a las filas socialistas. Quizá sea momento de intentar movilizar a un electorado, el de la izquierda y concretamente el socialista, que suele ser más propenso a la abstención que a optar por otras opciones políticas como voto de castigo.

Eso explicaría el tono adoptado ayer por los dirigentes socialistas en el acto de Gasteiz, en el que el lehendakari reivindicó el discurso más de izquierdas, más movilizador, y Lazcoz atacó abiertamente -también como defensa tras las acusaciones recibidas sobre su gestión económica- al oponente al que todas las encuestas dan como vencedor, el popular Javier Maroto. Sea como fuere, la advertencia popular hace augurar que el PP se va a intentar cobrar su generosidad de hace dos años.

Más encuestas y más pactos. Los jeltzales han salido del último fin de semana de campaña con el ánimo alto. Las encuestas les auguran, en general, mejores resultados en las tres diputaciones y en las capitales. Pero ha sido Bildu, en esta ocasión, la que ha hurgado en un supuesto pacto oculto entre el PNV y Rodríguez Zapatero. "Dejen de sospechar que el PNV o que Urkullu y Zapatero tienen no sé qué pacto secreto, dejen de pretender enredar a la sociedad vasca", decía ayer Iñigo Urkullu. "Sólo hay dos opciones: el pacto irrompible, que Basagoiti no va a romper jamás, o la alternativa del PNV, con un programa, con un equipo y con unos compromisos, con un saber hacer demostrado", apostillaba.

Pero, a tenor de las experiencia de esta legislatura y de las encuestas, hay otra opción, al menos en Álava: la entente socialistas-jeltzales. Las previsiones de los sondeos sitúan la reedición de esta alianza en condición de mayoría absoluta en ambas instituciones. Los candidatos socialistas evitaron ayer hablar de pactos; Patxi López ha insistido durante toda la campaña en que no existe "un frente PSE-PP". Los candidatos jeltzales tampoco se han pronunciado, ni a favor ni en contra, de ninguna fórmula; ayer, de hecho, centraron su jornada en la celebración del Pleno de Tierras Esparsas. Es ley en campaña no mojarse en relación a las alianzas postelectorales, sólo López sorprendió -relativamente- al inicio de la campaña con un mensaje a todas luces destino Madrid en el que garantizaba que el PSE no pactaría con Bildu.

Y en Bildu puede recaer, según los sondeos de este fin de semana, la responsabilidad, quizá no de elegir a los gobernantes de las instituciones alavesas, pero sí de cerrar el paso a alguno de los aspirantes, al conseguir representaciones importantes tanto en Ayuntamiento como en Diputación. Así que, como decía Patxi Lazcoz, habrá que aguardar a la sorpresa en forma de votos que oculta el famoso huevo kinder.