Vitoria. "Ruego a Dios que sea una decisión buena para acabar con el terrorismo". Pese a no comulgar con la decisión del Tribunal Constitucional de abrir las puertas electorales a Bildu, el presidente del Congreso, José Bono, llegó ayer hasta el Altísimo en su demandas para mantener a la coalición formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba e independientes en el centro de todas las miradas. Cada nueva jornada de campaña se repiten los mensajes dirigidos a enterrar el sinuoso sendero judicial recorrido por este nuevo partido, sentencia incluida -ayer se conoció su contenido del que informamos con detalle en la página 27- , y centrar las llamadas de los políticos en los proyectos que plantean a la ciudadanía, pero el de Bono es un ejemplo de que el esfuerzo no surte efecto.

Las continuas amenazas del PP en relación a este asunto son, junto a los compañeros de viaje que depararán los resultados en las urnas, el pan nuestro de cada día, de cada mitin, de cada entrevista. En el primer aspecto, Génova se destapaba ayer con un comunicado en el que ponía de manifiesto que las duras críticas del expresidente Aznar y la líder del Gobierno autonómico de Madrid, Esperanza Aguirre, responsabilizando a los socialistas de que "ETA" vaya a estar de nuevo en las instituciones, no suponen una "contradicción" del discurso oficial de la Ejecutiva conservadora.

Y mientras, en Euskadi, el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, insistía ayer, de nuevo, en que "jamás" romperá el pacto que une a su formación con los socialistas si el lehendakari mantiene el cumplimiento del pacto rubricado hace dos años.

También se despachó a gusto el líder autonómico sumando un peldaño más en la negativa de Patxi López a pactar con Bildu. En el caso del PP esa alianza es todavía más remota, tanto que Basagoiti la comparó con la resurrección de los muertos. Desde la coalición abertzale se sumaron a la valoración de la advertencia del inquilino de Ajuria Enea, pero para restar cualquier credibilidad a los mensajes preelectorales de los socialistas, lehendakari incluido.

El presidente del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar, por su parte, ve como único pacto en Euskadi el que mantienen "a hierro" PP y PSE con la "intención" de trasladar lo acontecido en Ajuria Enea a las instituciones forales y locales. Tras recordar que les ha salido "un poquito mal el tema de las ilegalizaciones y les va costar un poquito más", asegura que el objetivo del bloque constitucionalista no ha variado.

Propuestas de alianzas De alianzas también hablaron ayer los dirigentes de Aralar, con una propuesta ya conocida que se traduciría en exportar el modelo navarro que ofrece la coalición Nafarroa Bai a la CAV, o lo que es lo mismo, fomentar la suma de abertzales. El vicecoordinador de esta formación, Jon Abril, defendió la viabilidad de esta opción a partir del día 22 para responder a las demandas ciudadanas que requieren "la suma entre diferentes".

Y frente a estos dimes y diretes, o de forma paralela a ellos, también hay proyectos. Ésos que debían encabezar cualquier crónica pero que en esta campaña han pasado a un segundo plano en la oratoria de los contendientes. Al menos de los primeros espadas que en la cita con las urnas del día 22 no aspiran a renovar sus cargos.