jerusalén. La OLP avisaba: "Si Estados Unidos usa el veto contra la resolución de Naciones Unidas que condena los asentamientos, no lo aceptaremos más como mediador". Ahora que el peor pronóstico se ha cumplido, la Autoridad Palestina, con la que los ciudadanos no se identifican desde hace tiempo, que quedó en evidencia tras las filtraciones a Al Jazeera y que acaba de perder credibilidad de nuevo tras la última derrota en Naciones Unidas, puede verse forzada a cumplir la amenaza.

Ante la falta de apoyo de Estados Unidos y ante la desaparición de Mubarak, principal aliado de la Autoridad Palestina en la reconciliación con Hamás, los palestinos están siendo forzados a tomar sus propias decisiones internas. Por su parte la calle, harta de juegos políticos infructuosos, ha comenzado a pedir la palabra; nueve organizaciones de jóvenes han convocado, a través de Facebook, manifestaciones entre los días 27 de febrero y 5 de marzo para pedir "la unidad de los palestinos". Y la presión podría haber empezado a surtir efecto; el oficial de Fatah Nabil Shaat ha anunciado que su facción acepta los cambios de Hamás al documento de reconciliación egipcio, y prepara una próxima visita a Gaza. Y es que Estados Unidos e Israel han conseguido, con sus desafortunadas medidas y decisiones, aquello que no deseaban: debilitar a su aliada, la Autoridad Palestina, y dar la razón a Hamás en lo que siempre ha defendido: que las negociaciones con Israel no sirven para nada.

Un funcionario de la organización fue muy gráfico: "Estados Unidos ha fracasado y quiere que la comunidad internacional también fracase". "No vamos a negociar sobre los asentamientos", aseveró el funcionario de la OLP apuntando que Estados Unidos se quedó "aislado" con su veto. Por su parte el general de los servicios de inteligencia de la Autoridad Nacional Palestina, Twafik Tirawi, anunció manifestaciones para el próximo viernes, en un día de la ira contra la posición del presidente Barack Obama respecto a los asentamientos. También el gobierno islamista de Hamás en la Franja de Gaza condenó la postura estadounidense: "Esto confirma el apoyo total de la administración norteamericana a la política del gobierno israelí".