vitoria. El Tribunal Supremo revisa desde ayer la sentencia por la que la Audiencia Nacional condenó a Arnaldo Otegi a pasar dos años en prisión por "ensalzar en grado sumo" a los "presos políticos vascos, refugiados y camaradas" durante el homenaje a un miembro de ETA que se celebró en 2005 en Amorebieta.

La juez que tomó aquella decisión, Ángela Murillo, aplicó contra quien fuera líder de Batasuna el grado máximo de pena que la ley contempla para este delito condenándole a seis meses más de los solicitados por la Fiscalía y llegando hasta los dos años que solicitaban las acusaciones populares, ejercidas por Dignidad y Justicia y el Foro Ermua.

Durante la vista de ayer, la abogada de Otegi, Jone Goirizelaia, basó su defensa en cuestionar la imparcialidad de Murillo asegurando que la sala condenó a Otegi sólo "por ser él, por hablar". Así, recordó que la juez preguntó a su defendido si condenaba la violencia de ETA, pese a que esto no tenía relación con el delito de enaltecimiento del terrorismo al que se enfrentaba Otegi.

El fiscal y las acusaciones populares respondieron que la sentencia reflejó "razonamientos objetivos", al margen de la actuación de la juez.