vitoria. Aitor Telleria no respondió ayer a las preguntas de los miembros de la Comisión de Investigación del caso Miñano, pero sí aprovechó su comparecencia ante el Legislativo Vasco para proclamar su inocencia y afirmar que la expectación mediática que ha generado este foro parlamentario le ha llevado incluso a temer por su vida. El ex miembro del ABB e imputado por la Justicia comparecía para declarar sobre el presunto espionaje a miembros de la política y el empresariado alavés, pero en su lugar denunció "el gravísimo e irreparable daño personal, moral, político, profesional y familiar" que ha sufrido por lo que él llama "estas actuaciones", sin especificar si se refiere a la investigación judicial, a la parlamentaria, o al tratamiento que el caso esta recibiendo por parte de los partidos políticos y los medios de comunicación.

En un texto escrito por él mismo, Telleria afirma que esas actuaciones han puesto "en peligro" su vida y le han colocado "en el punto de mira", y por ello advierte: "Alguno o algunos tendrán que responder y asumir la responsabilidad de lo que pudiera pasarme si como consecuencia de ello, sufro algún daño o su deriva en algún miembro de mi familia".

El exdirigente del PNV denuncia la existencia de una "campaña orquestada de forma burda, maliciosa, interesada y torticera" para desprestigiarle, y ante la que afirma no poder defenderse.

Telleria, quien defendió ante la Comisión que respeta este foro y que si no responde a las preguntas de los parlamentarios es por consejo de su abogado, criticó además que "casualmente" hayan desaparecido "determinadas circunstancias que eran motivo sobrado de incomparecencia". Se refería sin decirlo al levantamiento del secreto de sumario sobre el espionaje que la semana pasada echó por tierra su argumento para no asistir a la Comisión. En todo caso, y dado que el proceso sigue en marcha, se negó a declarar. El exburukide afirmó además que no había sido citado en tiempo y forma por el presidente de la Comisión, Juanjo Agirrezabala.

La misma crítica hizo por la mañana la mujer de Alfredo De Miguel, quien incluso fue más allá. Ainhoa Bilbao exigió a la Comisión de investigación que aclare ante la opinión pública que ella no recibió ninguna citación formal hasta el 7 de enero, cuando su comparecencia estaba programada para dos días antes. Bilbao, que tampoco respondió a los parlamentarios, afirmó haber sufrido "un perjuicio adicional" por este presunto "fallo cometido por la Mesa de la Comisión", y por las acusaciones de "obstruccionismo" que lanzó Agirrezabala.

Realizada esta acotación, Bilbao entró al núcleo de sus argumentaciones. La esposa de Alfredo De Miguel y administradora de la supuesta tapadera de los imputados, la empresa Kataia, acusó a "algunos miembros de esta Comisión" de haberla "declarado culpable" con sus declaraciones públicas, vulnerando su derecho a la presunción de inocencia.

Bilbao cree que esas actitudes que denuncia obedecen a "la utilización partidista de los órganos parlamentarios", que provoca además "una desnaturalización y un desprestigio total y absoluto de la Cámara". La esposa de De Miguel critico además las filtraciones a la prensa del contenido de las reuniones de la Comisión. Por ello, y por el hecho de que se haya creado este foro con el proceso penal en marcha, Bilbao entiende que está indefensa.

La compareciente afirmó no tener nada que ocultar. "Todo mi patrimonio y el de mi familia han sido investigados judicialmente hasta la saciedad; es más (...), gran parte de los datos obtenidos en dicha investigación han sido publicados, habiendo quedado constancia de que no ha existido enriquecimiento anormal alguno", aseguró. Por último, Bilbao denunció "el daño irreparable en lo personal, moral y familiar" que el caso Miñano está causando a su familia y a su entorno.