Londres. Julian Assange, el fundador de la polémica web Wikileaks, permanecerá en prisión preventiva en el Reino Unido hasta, al menos, el 14 de diciembre según ordenó ayer el tribunal londinense de Westminster que fijó para ese día su comparecencia preliminar tras ordenar su arresto. Los responsables de la defensa de Assange ya han anunciado que emplearán ese tiempo en luchar para que el líder de Wikileaks no sea extraditado a Suecia, donde se enfrenta a un cargo de violación y tres de agresión sexual. La versión de Assange es que esos cargos son falsos y que han sido amañados por la administración norteamericana para frenar las filtraciones de Wikileaks. El temor del responsable de esta web es que pueda ser extraditado a su vez desde Suecia a los Estados Unidos, circunstancia que fue negada ayer por la fiscalía sueca, que negó estar presionada desde EEUU.

El juez Howard Riddle del tribunal de Magistrados de Westminster rechazó ayer la petición de la defensa para que concediera la libertad bajo fianza a Assange, australiano de 39 años. La negativa del juez se basó en el argumento presentado por la fiscal Gemma Lindfield referente tanto a los riesgos de incumplimiento por parte del acusado, como a la propia seguridad del director de WikiLeaks.

la vista Con aspecto tranquilo y pálido, el acusado aseguró ante el tribunal que luchará contra su extradición a Suecia, ya que, según indicó también su abogado, Mark Stephens, teme que desde ahí pueda ser entregado a EEUU, donde algunos políticos de ese país han llegado a pedir su ejecución.

En una vista que duró una hora y que estuvo rodeada de gran expectación mediática, Lindfield, representante legal de las autoridades suecas en este proceso, detalló ante el magistrado los cuatro cargos de agresión sexual contra dos mujeres que supuestamente cometió Assange el pasado agosto en Suecia.

El letrado John Jones, del equipo legal del australiano, recordó que con anterioridad un fiscal de Estocolmo había desestimado el caso por "falta de pruebas" para que, posteriormente, un nuevo fiscal lo "resucitara" en una ciudad diferente, Gotemburgo. "Bajo tales circunstancias", añadió Jones, su cliente se resistía a la extradición por considerarla una medida "desproporcionada".

Por su parte, el juez Riddle observó que las acusaciones eran "extremadamente graves", aunque reconoció que no se tienen suficientes detalles. "Si son ciertas, nadie podría argumentar que hay que conceder la libertad bajo fianza al defendido -explicó el magistrado-, pero, si son falsas, (Assange) sufre una enorme injusticia si se le mantiene bajo custodia. En este momento, la naturaleza y alcance de las acusaciones no se conocen".

el arresto A la salida del tribunal, ante decenas de periodistas, el abogado de la defensa, Mark Stephens, adelantó que volverá a presentar una nueva solicitud de libertad bajo fianza para su cliente y confió en la "imparciaidad de la Justicia británica". Stephens, que aseguró que WikiLeaks "continuará filtrando documentos" pese a la detención de su fundador, reiteró su convencimiento de que existe "motivación política" detrás de este proceso y dudó de la "solidez de las acusaciones", que calificó de "muy frágiles".

Assange fue detenido a la mañana tras acudir de forma voluntaria a una cita con agentes de la unidad de extradición de Scotland Yard.