seúl. A dos días de las maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur, la tensión continúa en la frontera del mar Amarillo (mar Occidental), alimentada por las continuas amenazas de Corea del Norte. Mientras Seúl nombraba como nuevo ministro de Defensa al exjefe del Estado Mayor Conjunto Kim Kwan Jin, de 61 años, el régimen comunista norcoreano redoblaba su beligerancia verbal contra esos ejercicios militares y volvía a hacer que su artillería se escuchara en la isla surcoreana de Yeonpyeong, donde el martes cuatro personas murieron en un ataque de Pyongyang. Pese a la alarma generada, un portavoz militar surcoreano informó de que ningún obús cayó sobre la isla o en el mar Amarillo, donde mañana tienen previsto iniciar cuatro días de maniobras conjuntas con sus aliados estadounidenses con la participación del imponente portaaviones nuclear George Washington.

frontera Los ejercicios militares van a efectuarse hasta el miércoles en una zona donde cualquier chispa puede provocar un estallido de consecuencias imprevisibles y entre constantes amenazas por parte del régimen comunista norcoreano. Ayer, Pyongyang aseguró que está preparado para "aniquilar" Corea del Sur, si su soberanía es violada durante esos ejercicios militares e insistió en que responderá "sin piedad a cualquier provocación sobre nuestra dignidad y soberanía".

En Seúl hubo hoy oídos sordos a las bravatas norcoreanas mientras el presidente, Lee Myung-bak, buscaba nuevo ministro de Defensa. El anterior titular, Kim Tae-young, presentó el viernes su dimisión entre una ola de críticas por la reacción al ataque del martes, considerada tibia en numerosos sectores de Corea del Sur.

Perkín Y el cuarto implicado en este conflicto, China (único valedor de Corea del Norte), reclamaba ayer "responsabilidad" a los contendientes. El ministro de Exteriores de China, Yang Jiechi, pidió a las partes implicadas en la resolución de la crisis entre las dos Coreas que gestionen el asunto de forma "responsable", con el objetivo de que no vuelvan a repetirse incidentes violentos. Después de reunirse con el embajador norcoreano en Pekín, Ji Jae Ryong, y de hablar por teléfono con los ministros de Exteriores de Corea del Sur, Kim Sung Hwan, y Estados Unidos, Hillary Clinton, Yang recordó que "la principal prioridad ahora es mantener la situación bajo control y asegurar que hechos así no vuelvan a ocurrir".