Río de Janeiro. La Policía brasileña entró ayer con seis tanquetas blindadas cedidas por la Armada en la favela Vila Cruzeiro, considerada el principal fortín del grupo criminal que está generando pánico en Río de Janeiro. Los blindados, del modelo M-113, están equipados con armamento de guerra y son conducidos por militares, aunque las operaciones en la favela serán realizadas exclusivamente por agentes de la Policía Militarizada. La ocupación fue transmitida en directo por las cadenas de televisión y, aunque hay informes de numerosos enfrentamientos, hasta el cierre de esta edición no había información de víctimas mortales.
La Policía concentró los blindados en la avenida Braz de Pina, principal acceso a Vila Cruzeiro, favela ubicada en la falda de un cerro en la zona norte de la ciudad, y después procedió a invadir la barriada, controlada por los narcotraficantes. Las televisiones mostraron que la banda que opera en la región, conocida como Comando Vermelho (Comando Rojo), había montado una barricada y había incendiado un camión en el acceso a la favela para dificultar la labor de las fuerzas del orden. Las autoridades pretenden arrestar o abatir a los responsables por la ola de ataques contra blancos civiles que comenzó el domingo y que ha incinerado cerca de 55 vehículos en el área metropolitana de Río.
La respuesta de la Policía, que desde el pasado lunes ha realizado operaciones en 28 favelas en las que se guarecen las bandas de narcotraficantes, han dejado al menos 30 muertos, según cifras oficiales. El día más violento fue el miércoles, cuando murieron 15 supuestos pistoleros en los tiroteos con la Policía. Ayer, otras siete personas fallecieron durante un enfrentamiento en la favela de Jacarezinho. En la operación participaron cerca de 200 agentes.
Represalia El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, pidió la ayuda logística de los militares el miércoles, que han cedido los vehículos blindados. Las autoridades cariocas, cuya ciudad será una de las subsedes del Mundial de Fútbol de 2014 y la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, han atribuido los ataques a una represalia de las bandas que fueron expulsadas por la Policía de importantes favelas en las que controlaban el tráfico de drogas. Según la secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro, el Comando Vermelho, la principal organización criminal de Río de Janeiro, se ha concentrado en Vila Cruzeiro y otras favelas del Complejo del Alemán, un conjunto de barrios pobres en la zona norte. Según el último boletín de la Policía Militarizada, los enfrentamientos entre uniformados y narcotraficantes han dejado, además, 47 detenidos y dos policías heridos en cuatro días de combates.