lisboa. La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, propuso ayer a su colega estadounidense, Hillary Clinton, "elevar el nivel político" de las reuniones del Grupo de Amigos para el Sahara que existe en la ONU con el objetivo de que Rabat y el Frente Polisario se sientan realmente "acompañados" en el proceso de negociaciones que mantienen abierto en busca de una solución al contencioso histórico del Sahara.
Minutos después, Jiménez se entrevistó con su colega británico, William Hague, al que le trasladó la misma iniciativa. En ambos casos, la respuesta que obtuvo España fue que la idea es "interesante", pero que ambos países deberán estudiarla con más detalle, informaron fuentes gubernamentales. Tanto Estados Unidos como Reino Unido forman parte junto con España, Rusia y Francia del Grupo de Amigos para el Sahara, que participa en la elaboración de resoluciones sobre la región en el Consejo de Seguridad.
Jiménez compareció en rueda de prensa para dar cuenta de la entrevista bilateral que mantuvo con Clinton por espacio de 40 minutos -la primera entre ambas desde que Jiménez asumió la jefatura de la diplomacia española-, y que tuvo lugar durante la 61 cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en la que participan en Lisboa.
Las dos aprovecharon su encuentro para abordar un amplio abanico de temas, entre ellos los últimos acontecimientos acaecidos en el Sahara Occidental, tras el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui el pasado día 8 y los disturbios posteriores que se saldaron con al menos 10 policías marroquíes muertos y dos civiles saharauis, según los datos que ha podido confirmar la organización independiente pro Derechos Humanos Human Rights Watch.
Según Jiménez, Clinton y ella coinciden en que la mejor respuesta a la situación actual en el Sáhara que ambos países podrían ofrecer sería "dar un mayor impulso político" a los intentos de solución del conflicto en el seno de Naciones Unidas y en concreto, "a través del Grupo de Amigos del Sahara".
La ministra precisó que no es intención de los países del Grupo de Amigos sentarse en la mesa de las negociaciones que auspicia la ONU entre Rabat y el Polisario -y en la que sí participan Argelia y Mauritania- porque, precisó Jiménez, ni España ni el resto de miembros del grupo son "parte" en el conflicto.
La idea, precisó la ministra, es que el grupo "tome conciencia" de la importancia que puede tener para "ayudar a las partes a encontrar una solución". El Grupo de Amigos del Sahara se viene reuniendo con carácter técnico aunque recientemente y gracias a una mayor implicación de Washington en el conflicto se ha celebrado un encuentro entre directores generales de los Ministerios de Exteriores. La ministra no precisó si está pensando en que el grupo se reúna a nivel de ministros o secretarios de Estado.
derechos humanos Jiménez recordó que España considera que la misión de la ONU en el Sahara, Minurso, "debería ampliar sus capacidades en la protección o en la vigilancia de los Derechos Humanos" en la zona y valora que esta opción, rechazada año tras año por el Consejo de Seguridad de la ONU por la oposición expresa de Francia, sigue siendo una "posibilidad".
Por otra parte, Jiménez señaló que los periodistas de El País y El Mundo autorizados por Marruecos a entrar en el Sahara Occidental tenían previsto viajar de nuevo ayer al territorio, un día después de que las autoridades del reino alauí les impidieran la entrada alegando que carecían de un permiso expreso por escrito. Reiteró que el Gobierno sigue haciendo gestiones con Rabat para que permita el libre acceso de la prensa española al Sahara y que siguen esperando informes de distintas organizaciones de Derechos Humanos sobre El Aaiún.