arnaldo Otegi volverá a sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional el próximo jueves, 11 de noviembre, esta vez junto a los también ex mahaikides Joseba Permach y Joseba Álvarez, todos ellos acusados de un delito de "enaltecimiento del terrorismo" presuntamente cometido en el histórico mitin celebrado en el velódromo de Anoeta hace seis años (el 14 de noviembre de 2004) y en el que Batasuna presentó su propuesta Orain herria, Orain bakea. Lo cierto es que la expectación en torno a este juicio, más que en el hecho que se enjuicia, se centra en los acontecimientos políticos de aquel momento, esto es, las conversaciones que mantuvieron la ilegalizada Batasuna y el PSOE y que desembocaron en el fallido proceso de paz de 2006. El propio presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, muñidor junto a Otegi de aquel proceso ha sido citado como testigo en la vista oral.

La declaración de Eguiguren en la Audiencia Nacional inquieta tanto a los socios del lehendakari López, el PP, como a los compañeros socialistas de Madrid. Y es que es de sobra conocida la buena sintonía entre Otegi y el dirigente socialista guipuzcoano, quien hace escasos días aseguraba en una entrevista que el dirigente abertzale es un hombre que "quiere la paz" y que sería "mejor que estuviera fuera y haciendo política". En esta línea, el reconocimiento de Eguiguren a los pasos dados por la izquierda abertzale en el último año también ha sido público y notorio.

Según el escrito de la defensa, que ejerce la abogada Jone Goirizelaia, y que adelantó hace unos días el diario El Mundo, "para que dicha propuesta [de Anoeta, bajo el epígrafe Orain Herria, Orain Bakea] se pudiera presentar fueron necesarias muy diversas conversaciones y acuerdos entre la izquierda abertzale y el PSOE, conversaciones en aquel momento todavía no públicas, que asimismo hicieron posible la celebración del acto en el velódromo de Anoeta". De esta manera, se reponsabiliza también a los socialistas de aquel mitin.

Los desmentidos en torno a esta información periodística no se hicieron esperar desde las filas socialistas. El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, negó esta pasada semana cualquier credibilidad a Arnaldo Otegi, cuando afirma que hubo conversaciones y acuerdos con el PSOE previos a la celebración del mitin del velódromo de Anoeta. "Este personaje carece de toda credibilidad", subrayó Alonso, que en 2004 era ministro del Interior, al tiempo que advirtió a su compañero Eguiguren de que "dar pábulo a personas como Otegi puede conducir a situaciones no convenientes para la democracia en la lucha contra el terrorismo".

Lo cierto es que más allá de las conversaciones que mantuvieron el PSOE y Batasuna en 2006, las actuales especulaciones en torno a los contactos y reuniones entre la izquierda abertzale y los socialistas han alimentado aún más la expectación en torno al juicio y es más que probable que haya polémica.

PETICIÓN DE PENAs En lo que se refiere a la vista oral propiamente dicha, se celebrará los días 11 y 12 de noviembre. La fiscal encargada del caso, Teresa Sandoval, considera probado que durante el acto de Anoeta, que reunió a cerca de 15.000 personas, se incurrió en un delito de "enaltecimiento del terrorismo", ya que se proyectaron en una pantalla gigante "un vídeo recopilatorio de detenciones de miembros de ETA", comunicados de la organización armada e imágenes de varios miembros de ETA fallecidos, que fueron recibidos por el público con gritos de "Gora ETA militarra". Por ello, pide para cada uno de los acusados 18 meses de cárcel y 12 de inhabilitación. Por su parte, el Foro Ermua pide cinco años y medio de presión, y otros 20 de inhabilitación. Esta asociación tratará de que en el juicio se juzgue también un presunto delito de desobediencia, reunión ilícita y quiebra de medidas cautelares, este último por haber vulnerado la ilegalización de Batasuna dictada en 2003.

Además de Jesús Eguiguren, la defensa ha citado a declarar como testigos a los miembros de la izquierda abertzale Iñigo Balda e Itziar Aizpurua, así como al preso de ETA Sergio Lazkano y José Manuel Serra, arrestado en la operación contra Bateragune, además de a tres periodistas.