madrid. El ajuste del número de "liberados sindicales" dentro de la Administración pública madrileña a lo que "marca la ley", aunque sin ratificar una cifra (dijo 2.000 el pasado domingo), fue el anuncio más relevante hecho ayer por la presidenta de aquella comunidad, Esperanza Aguirre, en el último debate sobre el Estado de la Región de esta legislatura, que se enmarcó en la escasez de nuevos proyectos y en las primarias socialistas.

En su discurso, la mandataria madrileña señaló que pretende "ajustar el número de liberados sindicales al que les corresponde por ley, lo que permitirá un mejor aprovechamiento de los efectivos con los que cuenta la Administración autonómica". La presidenta argumentó que la "actual crisis obliga a administrar a todos con más rigor y eficacia los recursos públicos" y que "a ese esfuerzo los sindicatos no pueden ser ajenos, pues de esos recursos obtienen una parte importante de sus medios para ejercer sus funciones".

En su intervención, la presidenta madrileña dijo haber ahorrado 542 millones de euros con su plan de austeridad y sostuvo que sus políticas económicas "generan confianza", que la Comunidad de Madrid "resiste mejor los efectos de la crisis" y que eso se refleja en el comportamiento del desempleo, "3,7 puntos por debajo de la media nacional".

Tras defender sus políticas sociales y de "austeridad", frente a la "crisis" y los "vaivenes" del Gobierno socialista, se mostró convencida además de que el presidente Zapatero, con sus últimas medidas, ha dado la razón a la Comunidad de Madrid en política económica y se ha presentado a sí mismo una "moción de censura". En materia educativa, proclamó que "Madrid lidera el ranking de libertades educativas en España".