pamplona. Las aguas parecen volver poco a poco a su cauce en Nafarroa Bai. Aunque aún falta más de medio año para que se celebren las próximas elecciones, las tensiones internas derivadas de la reorganización de una coalición que se prepara para ser operativa como alternativa real de gobierno en la comunidad foral llevaban meses erosionando la imagen de la marca. Sin embargo, el preacuerdo alcanzado ayer -con el visto bueno de EA- entre Aralar y el presidente del PNV, Jose Ángel Agirrebengoa, unido al pacto que firmaron el pasado mes de mayo las formaciones que lideran Patxi Zabaleta y Pello Urizar, despeja el futuro de la coalición a falta de saber qué sucede con los independientes y con Batzarre. En este sentido, el PNV se presenta como garante del protagonismo de este colectivo de independientes que lamentan que, según lo pactado entre EA y Aralar, no tendrían derecho a voto en las decisiones de la organización.

El preacuerdo alcanzado con el PNV -que el viernes tiene que ser refrendado por sus bases navarras- introduce cambios en la representación que tendrá cada partido en los órganos rectores de la coalición, lo que supondrá que los jeltzales podrían vetar decisiones como una hipotética incorporación de la antigua Batasuna a NaBai.

Los independientes seguirían sin tener voto en la comisión política, pero los partidos deberán escuchar sus opiniones antes de decidir.

polo soberanista Por otra parte, EA y la izquierda abertzale ilegalizada desmintieron ayer que no reconozcan a Navarra como ámbito de decisión propio; argumento que utilizó Aralar -junto con discrepancias sobre el camino para alcanzar la paz- para no sumarse al acuerdo "para el cambio en la Comunidad Foral" que las dos primeras organizaciones hicieron público el pasado viernes, y que, según los impulsores del polo soberanista, nunca han cuestionado.