Sin la tensión del año pasado, la política de Lakua de tolerancia cero con carteles, fotografías y demás parafernalia alusiva a ETA o sus presos sigue presente en las fiestas de las localidades vascas, que estos días comienzan a entrar en su apogeo. La Blanca arrancó sin percances, pese a la pancarta en recuerdo a Jon Anza desplegada durante la bajada de Celedón. Bilbao también prepara su Aste Nagusia, que este año viene precedida por el llamamiento a los hosteleros para secundar un plante de 24 horas en protesta por la retirada del permiso a dos txosnas que el año pasado mostraron fotos de presos. 258 hosteleros y comerciantes del Casco Viejo bilbaíno han presentado un manifiesto de apoyo el modelo de Aste Nagusia de Bilboko Konpartsak, añadiendo que no secundarán el plante del 25 y que pondrán en marcha otras protestas alternativas. En Donostia, Dignidad y Justicia ha pedido a la Audiencia Nacional que prohíba la marcha convocada coincidiendo con el inicio de las fiestas el día 14.