Vitoria. Los parlamentarios vascos contribuirán con casi medio millón de euros a aliviar la grave situación que atraviesa la economía vasca. Ayer la Mesa del Parlamento presentó una propuesta elaborada por los servicios jurídicos de la Cámara en la que se fija el recorte salarial que sufrirán sus señorías en 2010, y que se equipara a los estipulados para los altos cargos del Gobierno Vasco, en virtud de un acuerdo informal sobre política de sueldos en el Legislativo adoptado en su día en la Junta de Portavoces.

Concretamente, los parlamentarios pondrán 421.416 euros de sus nóminas para aliviar las arcas de las instituciones, en solidaridad con los miles de funcionarios vascos cuya masa salarial se verá reducida en un 5% por orden del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Así, la presidenta, Arantza Quiroga, verá reducido su sueldo en un 8%, el mismo porcentaje que el lehendakari, mientras que a los miembros de la Mesa y a los portavoces de los grupos se les aplicará un recorte del 6%, como a los viceconsejeros del Gobierno Vasco. A los parlamentarios rasos, por su parte, se les rebajará el sueldo en un 5%, en la misma proporción que se ha hecho con los directores del Ejecutivo.

El siguiente paso será remitir el acuerdo de la Mesa a la Comisión de Reglamento y Gobierno, donde se aprobará definitivamente, en principio sin problemas, la resolución de los servicios jurídicos del Parlamento.

El recorte, por otro lado, se les aplicará con carácter retroactivo, por lo que en la nómina en que se empiece a aplicar la medida se les detraerá la cantidad que se debía haber rebajado en junio.

En todo caso, los 421.416 euros que va a poner la Cámara para aliviar la situación económica y cumplir con el Real Decreto del Gobierno central no saldrán únicamente de los sueldos de los parlamentarios. En la cantidad se incluyen además los salarios de los funcionarios que trabajan en el edificio de la calle Becerro de Bengoa.

El recorte de los sueldos de los representantes públicos se ha producido tras varias semanas de debate interno en la Cámara, pese al acuerdo adoptado en la Junta de Portavoces, y tras una polémica desatada en el seno de la Mesa sobre una cuestión que en otros legislativos se solventó al poco de aprobarse el decreto de Zapatero. El PSE presentó una propuesta al respecto, pero no lo hizo de forma oficial, y tras varios cruces de declaraciones la rebaja quedó en el aire en espera de que se calmaran las aguas en la Cámara.

La presidenta Quiroga abogó por abrir un proceso de reflexión con los grupos y finalmente se optó por seguir el criterio adoptado hasta ahora, el de la equiparación para bien y para mal con el Ejecutivo autónomo. En este caso para mal, pues los salarios de los parlamentarios se verán recortados, pero también para bien, toda vez que los recortes en Lakua, que como mucho ascienden al 8% que se ha autoimpuesto el lehendakari, quedan muy lejos del 15% aplicado en otras instituciones del Estado a sus altos cargos.