Ankara. Doce soldados turcos y diez guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) murieron ayer en el sureste de Turquía en los peores actos de violencia que se han registrado en la zona en meses. El enfrentamiento tuvo lugar en la localidad de Semdinli, provincia de Hakkari, cerca de la frontera con Irak. Según la versión del Ejército turco, una patrulla fue asaltada por la noche, una emboscada que se saldó con 12 heridos. Poco después, guerrilleros del PKK atacaron una base militar, donde murieron ocho soldados, mientras que otros dos uniformados murieron cuando su vehículo alcanzó una mina. "Enviamos refuerzos a la zona y los soldados recibieron apoyo por parte de la fuerza aérea y de la artillería", asegura el Ejército en un comunicado.
Como parte de la operación, la Fuerza Aérea turca realizó varias incursiones para bombardear bases de la guerrilla kurda en el norte de Irak. Según el Ejército, al menos doce militantes del PKK murieron en esta operación. Ya el viernes, el Estado Mayor turco advirtió en un comunicado de que se esperaba un aumento de las actividades del PKK en los próximos días. En ese mismo anuncio, el Ejército aseguró que unos 130 rebeldes kurdos habían sido abatidos por las Fuerzas Armadas desde el pasado marzo.
Esa información se hizo pública dos días después de una incursión de tropas turcas en territorio iraquí para perseguir a un grupo de militantes del PKK, que dispone de bases en las montañas del norte del país. Además, los medios locales han informado recientemente de que 40 soldados han muerto en los dos últimos meses por ataques de los militantes kurdos.
"Nuestras lucha continuará hasta que la organización terrorista sea aniquilada", aseguró el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, tras el ataque. El pasado mayo, alrededor de una veintena de aviones militares turcos bombardearon objetivos kurdos en el norte de Irak, en la mayor operación militar en la zona en el último año y medio. Hace dos meses, el PKK advirtió de sus planes de atacar objetivos militares y económicos también en el oeste de Turquía, dentro de una nueva estrategia de "defensa activa". El PKK se levantó en armas en 1984 contra Ankara para exigir la autonomía de los 12 millones de kurdos que viven en Turquía. Desde entonces, se calcula que unas 40.000 personas han muerto en los enfrentamientos entre los guerrilleros y las fuerzas de seguridad.